¿DE QUIÉN ES LA CULPA...?


Le culpa, evidentemente, es mía. Y de otras circunstancias, como  Facebook, que ocupa mi tiempo; el tiempo que ayer  dediqué a  escribir en este Blog mío, que no sé si tendrá algún lector o será únicamente  motivo para mi desahogo emocional, vanidoso y, como todo lo que haga, nada rentable.

Ello es que llevo un montón de tiempo sin atender mi blog. Y aquí si que no hay disculpa que valga.¡Y mira qué hay  de que escribir, de qué contar y de que acusar! Pero como si nada.
De todos modos, vale más tarde que nunca, como dicen los refraneros.

Ayer noche-- de ayer a hoy--en la hora punta en que la noche es más corta y el día más largo, en que la gente, incluso la no creyente, anda  de danza en torno a la  hoguera de San Juan, donde  se habla --eso dicen-- de ritos, de magia, de milagros y de otras aquelárricas costumbres, bueno es decirlo, mientras los españoles se ven sin trabajo y sin perspectiva de futuro, celebran festejos por todo lo alto y todo lo bajo; festejos devenidos --eso dicen--de  tiempos paganos, pero que ahora, mejor o peor, es la Iglesia de Roma, la católica la que se lleva las ganancias. San Juan es cristiano o no celta ni romano. Y por San Juan, aquí en Asturias las leyendas y los ritos son  frecuentes.

Miguel de la Mata, que falleció hace unos cuantos años, cuando estaba a punto de contra el centenar de ellos, nos  contó muchas costumbres de antaño. Por ejemplo, si uno padece alguna enfermedad de piel, tiene buen remedio para mejorar  su epidermis, antes del alba de la noche entre el 23 y el 24, salir  desnudo y acostarse sobre  el rocío que  emperla las hierbas de los prados...Ese rocío es  mágico, cura todo. Eso dicen.

Hoy, donde más y donde menos, prenden hogueras, y después saltan y bailan al rededor de ellas. Y cuando ya solo quedan las brasas, hay lugares en que cierta juventud creyente en los milagros celestiales, pasa descalza pisando las brillantes ascuas  que rebrillan sobre el suelo, en un montón...lo que  quiere decir que , salvo alguna  que otra quemadura de poca monta, San Juan les ha protegido de salir  chamuscados...

Y se habla de Xanas y de  Cuélebres, de la Flor del agua, de encantamientos, de peines de oro, de recoger  la flor del xabú (saúco), que  después se toma en  infusiones, que mitigan dolores estomacales y otros, que cuando algo es bueno  lo es para todo.
Y con todo ello, nadie,en lo que conocemos, escribió en verso y prosa como Alfonso Camín, no sólo de las costumbres de Asturias, sino de la historia épica, heroica,trágica y grande de Asturias.

"La Asturias de las cumbres, la Asturias de los osos,
la Asturias de las nieblas y lagos misteriosos,
la Asturias del paisaje por Caso y por Urbiés;
la que defiende a Astorga,la que bajó a Castllla,
la que con San Fernando navega hasta Sevilla
y toma la Giralda con Pérez de Avilés

La Asturias de mar fuerte, de costa, monte y mina,
con redes pescadoras en Santa Catalina,
con velas navegantes de Lastres a Candás;
la Asturias que se goza con el maíz y el trigo, 
 con la paloma blanca, con el gorrión amigo,
con novias y perdones y cantos a San Blas...