Nota.- Un mes hace que escribí mi último blog. Tener muchas obligaciones y deberes, resta tiempo para otras cosa. Como escribir aquí.Hoy, inserto una imagen, que comento...
Era así; un campo de concentración lo que la foto muestra. Era --y lo decimos en paso por aquello de que la historia lo pospuso de sus brazos-- en Figueras, Castropol Asturias, que eso nos dijo Joaquín Amado González, hombre de avatares y penitencias, víctima del acoso de los colores políticos y destrozado por los colmillos de los perros del amo,, que ya ni se acuerda quién era esta mozo,que aparece con vestido de lunares, sentada al exterior de una empalizada de alambre de púas...
"No me acuerdo--nos contó hace años Joaquín el de Domiciano del Retorturiu-- cómo se llamaba esta moza. Sé que era enfermera, como su madre, pero ambas estaban confinadas en el campo. Eran de Villaviciosa". Los barracones que aparecen al otro lado, eran donde se confinaba a las mujeres presas.Los hombres estaban en otro sitio. En barracones hacían todo la vida que pudieran hacer...Era por los años del 41 y 42. "Recuerdo que todo era un infierno. No he vuelto más por Figueras",- remata Joaquín--"que hasta el aire quema de pensarlo".
Joaquín González era del Retorturiu. Guardaba esta foto, como otras muchas, por aquello de guardar del pasado en los resquicios del alma...lo, por perder la guerra, les tocó sufrir. Recuerda los bandazos y los dolores que la vida pega. Y de esos recuerdos, surge esta imagen, que muestra la frialdad del recinto, pese a la sonrisa de la moza enfermera; la frialdad del tiempo y la frialdad de la situación, en tanto los barracones secuestraban el llanto de los confinados, presos y perseguidos, que escuchaban las carcajadas del déspota que les avasallaba hasta los resquicios del corazón de la gente confinad