O sea, crónica para mí personal interés y privada satisfacción.
La Iglesia, que sabe todas las jugarretas y trampas de la vida terrena y argumenta del arcano celestial, donde dice que mora Dios y ella y sus ministros, de alto y bajo copete, son sus representantes en la tierra, no hace más que quitarse la careta en cada acto de su contradicción permanente y a medida que pasan los días, demostrar que predicar es uno y dar trigo, otro.
Menuda la que ha armado con el cuento de la ley del aborto y la salvación de la vida. ¡Coño! y a propósito, ¿cuántas vidas no condenó a la pira y a los calabozos su Santa Inquisición?.
¿Cuántas preñeces hubo tras los muros de los conventos...?
Para ella, para la Iglesia,que vive a cuerpo de rey y a expensas del pueblo español y a costa del erario público, que esquilma las arcas del Estado, que saca dinero debajo de los pies de un santo, que no acata el precepto bíblico de ganar el pan con el sudor de su frente y que explota la cándida fe de miles de españoles, mientras acumula bienes y patrimonio sin límite, viene con el cuento de que el Gobierno defiende primero a un lince que a un niño...
Y, hablando de linces. Linces son ellos, --incluidos los prelados Rouco Varela y Martínez Camino, gallego uno y asturiano el otro-- que, con tal de crear campaña contraria al Estado español no dudan en ir por un lince a la India para mostrarlo como hispano y no dudan poner a un niño risueño, sonrosado y de varios años como si fuera un feto´...
Todo con tal de seguir montados en la burra de las mentiras. Y en insidiosas manipulaciones tales como las que un colegio aragonés, religioso, --faltaría más-- proyectó como asignatura obligatoria a los alumnos de cuarto unos vídeos llenos de repelencia y de crueldad, donde se descuartizaban fetos y se ponía y ponen todavía al actual Gobierno como el Herodes de ahora mismo...La Iglesia, que componen desde monjas a seglares y demás clero, se ve que no se limita a rezar en los templos, ni en los colegios a enseñar; antes prepara, tras calcular maquiavelicamente, aquello que han de sacar a la calle contra quien les alimenta y les soporta, les sustenta y les ayuda, les respeta y les beneficias...
Pues ni con eso les basta. Lo quieren todo. Quiere otra vez la España nacionalcatólica, la España que bendecía al Caudillo, al que llevaba bajo palio y le glosaban con loas celestiales...Y hay qué fastidiarse, hasta él mismo se creía que había llegado al poder "por la Gracia de Dios" y no por la sangre que derramó y la tragedia que originó en esta España en la que los curas--o sea, el clero todo-- han sido históricamente quienes rigieron la nación, de la que no se quitaba el sol de la miseria y el atraso secular... la ignorancia, el analfabetismo, el hambre, el miedo, la superstición y la persecución...
¿En nombre de qué verdad, justicia y derecho habla la Iglesia y hablan los que la representan? ¿Quien le otorgó a ella el derecho a hablar en nombre de todos? ¿Por que juzgan a España como un cortijo propio o un monasterio para hacer y deshacer a su antojo?
A la Iglesia le faltan, en contra, hombres como aquellos que le pusieron las peras a cuarto tras el 14 de abril de 1931. Hombres como aquellos se necesitan ahora en el Gobierno. Hombres enteros, sin miedo a excomuniones ni anatemas religiosos. Hombres que separen de una verdadera vez el poder secular y el poder religioso. Que ya está bien de mantener ese monstruoso cuerpo religioso, que nada aporta y que tanto lleva, o traga sin medida y sin mesura.
¿Por qué ha de soportar un país y un gobierno a quien, como ocurre, si le das una mano, quiere la otra; Y, así como es alimentado, no es agradecido, y, además, sin derecho, se mete en casa de todo cristo para que se haga lo que le venga en gana a semejante hidra, que todo lo devora...?
La Iglesia, que será muy ejemplar para unos, para otros ni es ejemplar ni tiene porqué hacernos la vida tan imposible a todos los españoles. Ya la hizo bastante.
La Iglesia, que sabe todas las jugarretas y trampas de la vida terrena y argumenta del arcano celestial, donde dice que mora Dios y ella y sus ministros, de alto y bajo copete, son sus representantes en la tierra, no hace más que quitarse la careta en cada acto de su contradicción permanente y a medida que pasan los días, demostrar que predicar es uno y dar trigo, otro.
Menuda la que ha armado con el cuento de la ley del aborto y la salvación de la vida. ¡Coño! y a propósito, ¿cuántas vidas no condenó a la pira y a los calabozos su Santa Inquisición?.
¿Cuántas preñeces hubo tras los muros de los conventos...?
Para ella, para la Iglesia,que vive a cuerpo de rey y a expensas del pueblo español y a costa del erario público, que esquilma las arcas del Estado, que saca dinero debajo de los pies de un santo, que no acata el precepto bíblico de ganar el pan con el sudor de su frente y que explota la cándida fe de miles de españoles, mientras acumula bienes y patrimonio sin límite, viene con el cuento de que el Gobierno defiende primero a un lince que a un niño...
Y, hablando de linces. Linces son ellos, --incluidos los prelados Rouco Varela y Martínez Camino, gallego uno y asturiano el otro-- que, con tal de crear campaña contraria al Estado español no dudan en ir por un lince a la India para mostrarlo como hispano y no dudan poner a un niño risueño, sonrosado y de varios años como si fuera un feto´...
Todo con tal de seguir montados en la burra de las mentiras. Y en insidiosas manipulaciones tales como las que un colegio aragonés, religioso, --faltaría más-- proyectó como asignatura obligatoria a los alumnos de cuarto unos vídeos llenos de repelencia y de crueldad, donde se descuartizaban fetos y se ponía y ponen todavía al actual Gobierno como el Herodes de ahora mismo...La Iglesia, que componen desde monjas a seglares y demás clero, se ve que no se limita a rezar en los templos, ni en los colegios a enseñar; antes prepara, tras calcular maquiavelicamente, aquello que han de sacar a la calle contra quien les alimenta y les soporta, les sustenta y les ayuda, les respeta y les beneficias...
Pues ni con eso les basta. Lo quieren todo. Quiere otra vez la España nacionalcatólica, la España que bendecía al Caudillo, al que llevaba bajo palio y le glosaban con loas celestiales...Y hay qué fastidiarse, hasta él mismo se creía que había llegado al poder "por la Gracia de Dios" y no por la sangre que derramó y la tragedia que originó en esta España en la que los curas--o sea, el clero todo-- han sido históricamente quienes rigieron la nación, de la que no se quitaba el sol de la miseria y el atraso secular... la ignorancia, el analfabetismo, el hambre, el miedo, la superstición y la persecución...
¿En nombre de qué verdad, justicia y derecho habla la Iglesia y hablan los que la representan? ¿Quien le otorgó a ella el derecho a hablar en nombre de todos? ¿Por que juzgan a España como un cortijo propio o un monasterio para hacer y deshacer a su antojo?
A la Iglesia le faltan, en contra, hombres como aquellos que le pusieron las peras a cuarto tras el 14 de abril de 1931. Hombres como aquellos se necesitan ahora en el Gobierno. Hombres enteros, sin miedo a excomuniones ni anatemas religiosos. Hombres que separen de una verdadera vez el poder secular y el poder religioso. Que ya está bien de mantener ese monstruoso cuerpo religioso, que nada aporta y que tanto lleva, o traga sin medida y sin mesura.
¿Por qué ha de soportar un país y un gobierno a quien, como ocurre, si le das una mano, quiere la otra; Y, así como es alimentado, no es agradecido, y, además, sin derecho, se mete en casa de todo cristo para que se haga lo que le venga en gana a semejante hidra, que todo lo devora...?
La Iglesia, que será muy ejemplar para unos, para otros ni es ejemplar ni tiene porqué hacernos la vida tan imposible a todos los españoles. Ya la hizo bastante.
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