--Eso es,el oso famoso que mató a Favila, rey ocioso, fue honrado el pasado sábado 19 de este mes de Mayo, no diré que llamándole Regicida, como le llaman los súbditos lacayos, sino oso pardo que defendía su vida en libertad en los montes de Asturias.
El Ateneo Republicano, ateniéndose a las normativas establecidas con la Ley actual de esta Democracia cuya Constitución, que elogian los pepeistas a mansalva, no es completa ni se ajusta la verdadera razón y ley, acudió como hace muchos años, a Llueves, lugar del rocoso Cangas de Onís, donde la leyenda cuenta que el Oso y el Rey, uno perseguido y el otro perseguidor, se enzarzaron en una lucha cuerpo a cuerpo, rodando ambos entre los roquedales pereciendo el Rey astur, que nadie la mandó perseguir al que nada le había hecho.
Y murió el Rey. Que los reyes, ociosos y caprichoso, andan de tiros largos por doquiera, `persiguiendo y matando osos, urogallos y, por si fuera poco, hasta elefantes, como hace pocas fechas ha hecho el Rey de España, tras la cual caza, al regresar, --eso dice-- se rompió la cadera, hubo de ser llevado al hospital y fue así que se descubrió que el Rey por un lado y la Reina por otro, las cosas de La Zarzuela --o Casa Real--no parecen tener muy firmes los cimientos maritales...
Porque, aparte estas cosas de las que se va sabiendo cada día un poco más, donde, desde luego es para decirnos que somos un pueblo sin huevos y sin dignidad, por aceptar tanta incuria, estamos asistiendo a una desvergüenza política, a una desvergüenza de la realeza y a una desvergüenza de los medios de información, que callan, que nos pintan escenarios de colorines y que ocultan la verdad de la España presente, y no se levanta la voz contra tanto desafuero. Acaso por eso el pasado sábado en Llueves un poeta pidió que el Oso Famoso volviese de nuevo:
Retorna Oso, al confín
de los montes y las murias / y no aceptes más injurias
de ningún Rey borbonín./ Ni aceptes un Dangarín
ni un bobón "Arichalar",/ ambos dos duros sin par,
del braguetazo que dieron,/a buen seguro creyeron
que era válido robar...
Banderas al viento, música y alegría. Y aunque la lluvia amenazó, al fin anduvo a salto de mata y los asistentes a Llueves celebraron "La Fiesta del Oso Famoso" entre cantos, himnos, palabras brillantes y sonrisas poéticas, que los poetas tuvieron también su ocasión
Retorno, oso, y procura
que no sepan tu regreso./ porque hasta el mismo Congreso,
que tiene el Rey en altura,/ sellará con mano dura
que es acosarte deber,/ darte muerte o detener,
por ser Oso quer hasta el llano,/ con sello republicano,
has osado descender.
Y mientras tanto el señor presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, es cuestionado en cuanto a su capacidad para regir, como en cuanto a su sarta de mentiras perpetuas y continuadas, al que le escriben cartas públicas y públicamente, unos y oros, le afean su proceder que le acreditan como el más mentiroso de los políticos españoles de todos los tiempos.
O sea, que hacen falta muchos osos que hagan justicia y no matanzas cinegéticas.
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