Mal, se vivía mal en las aldeas. Se vivió mal casi siempre y casi todos. Pero aún así, la aldea, sino para manjares, si daba para subsistir, pera malvivir, pero era un modo de seguir adelante, cosa que ahora, en las poblaciones, quien no tiene trabajo, no tiene dónde caerse muerto.Ni donde dar golpe, ni dónde beber un sorbo de agua sin que lo tenga que tenga que pagar. En las aldeas, por lo menos antes, siempre tenía una fuente que manaba rumorosa y cristalina, en la que todos podían beber.
Ello fue que los tiempos rodaron en contra, la aldea fue languideciendo y, en muchos casos, muriendo,,,Así, como todo gira y rueda,las urbes--especulación, explotación y violación--ilusionaron a muchas gentes, que dejaron sus cunas, tierras de origen, soñando con mejorar su vida. Y tal vez lograsen ello y eso casi todos. Pero ahora, con la crisis, el paro, la indigencia, los desahucios, la falta de medios, la miseria de las familias que no tienen trabajo de ninguna clase, lo cierto es que, so pena de morirse en cualquiera acera de una población, tal vez fuera un remedio volver a las aldeas...
Para ello, los gobiernos, nacional y autonómicos, debieran tomar en serio el retorno a los orígenes de la mayoría de las gentes. Ayudar, contribuir y estimular a quienes quisieran volver a dar vida y a vivir en las aldeas. Por lo menos, si les suprimieran los impuestos, tal vez ello haría que el retorno a los predios rurales fuese posible. Y de ser así, por lo menos, para vivir el que ahora no tienen de qué vivir en las ciudades, sí tendría de qué, y ello haría que el campo de nuevo reviviese, diese frutos y las gentes diesen vida a esos lugares, hoy, ahora, lamentablemente abandonados...
Tal como se ve la vida
y al paso que marcha Asturias, /no vale tirar las murias
ni cantar "Patria querida",/ Hay que volver enseguida
y dejarse de ulular. / Hay que volver a sembrar
y a dar vida a las aldeas, / y a dejar tantas ideas
de vivir sin trabajar...
Hay que regresar. Volver
a la aldea abandonada,/ sembrar, manejar la azada
y ver de nuevo crecer / y en el surco florecer
lo sembrado en buena hora,/ Y madrugar a la aurora
a segar ribazo y prado.../ Y a la gente labradora
recoger lo que ha sembrado...
Hay que volver. Retornar
a la aldea campesina,/ Tener vacada casina
y a ver crecer el hogar ,/ con el hórreo y el lagar
y , restaurado el molino ,/ ver de nuevo en el camino
la mocedad de cortejo. / Y,entre conseja y consejo,
de plática alguno vecino
que no abandona el concejo.
Albino Suárez
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