Pongamos o supongamos que hablo de Laviana, hito de la tonada astur, por aquello de la Cárcel; o por ser cuna del célebre autor de "La aldea perdida", Armando Palacio Valdés, o del filósofo Fray Ceferino González, natural de Villoria, o del "Conde de Laviana"Alejandro Villar y Varela, o del poeta Emilio Martínez o del pintor Laga o de las leyendas más descritas de Asturias, como son las que se cuentan del Pozu de Funeres, aparte los hechos históricos,que no van a la zaga de la invención más dramática que contar se pueda...
Y pongamos que hablo de un Ayuntamiento en que, como si fuera una tradición secular e histórica, lo que hace un alcalde, viene otro, sucesor o no, y deshace lo hecho por otros anteriores. O sea, que se administran los impuestos del contribuyente que da gusto...
Pero no, no vamos a hablar de estas posibles cosas, sino de que, tras una historia no muy laureada de haber derruido un edificio, levantado otros, al cabo de doce o 14 años, se vuelve a derribar el que suplió a otro derribado y se hace otro edificio, de aspecto vanguardista, sin aleros, como la casa dónde vivo, que es obra al parecer del mismo arquitecto, y tanto por una obra como por otra arrolla el agua por las parecer tal cual si no se supiera que en Asturias la carencia de aleros en las edificaciones es es contraproducente e improcedente.
Y para esta nueva obra e inauguración, se organizó una exposición con obras de pintores locales, que, hay que decirlo, son más de los que se contaban y, algunos, mejores de lo que parece. Por ello cabe decir que Pola de Laviana, que de ella hablo, no es que sea como Gijón, que alberga gran disparidad numérica de pintores, pero si que este es el momento más boyante que nunca tuvo esta población media del Nalón en relación a la pintura como arte. Es verdad que en este campo, contó con Luis Alonso García, para todos los efectos, LAGA, cuyo quehacer como pintor ha dejado una obra que acrisola su memoria como un gran maestro del arte. Laga, inauguró él sólo el anterior edificio; ahora, para este nueva casa de cultura, los que la inauguran son otros pintores, a los que hay que reconocerles mérito y valía.
Plana mayor de pintores
de Laviana, cuyos estilos
como los gustos,
son de facetas distintas
Pongamos que hablo de un pueblo único en su peculiaridad por la transigencia observada con algunos conductores, que , como si estuvieran ante el portón de sus domicilios, se atraviesan en las aceras, cortan el paso y no hay nadie que les diga nada.de Laviana, cuyos estilos
como los gustos,
son de facetas distintas
Y pongamos que hablo de un Ayuntamiento en que, como si fuera una tradición secular e histórica, lo que hace un alcalde, viene otro, sucesor o no, y deshace lo hecho por otros anteriores. O sea, que se administran los impuestos del contribuyente que da gusto...
Pero no, no vamos a hablar de estas posibles cosas, sino de que, tras una historia no muy laureada de haber derruido un edificio, levantado otros, al cabo de doce o 14 años, se vuelve a derribar el que suplió a otro derribado y se hace otro edificio, de aspecto vanguardista, sin aleros, como la casa dónde vivo, que es obra al parecer del mismo arquitecto, y tanto por una obra como por otra arrolla el agua por las parecer tal cual si no se supiera que en Asturias la carencia de aleros en las edificaciones es es contraproducente e improcedente.
Otros pintores de
Laviana y algún detalle
de sus trabajos.
Bueno, pues días atrás se inauguró un nuevo edificio para Casa de cultura. Con más utilidad que el anterior, pero con igual diseño de originalidad que al que ha suplido, lo que quiere decir que mantenerlo va suponer más que si se hubiese fabricado cómo deben de fabricarse las edificaciones para los usos, como es el caso, a que van destinados. Así, para inaugurar este nuevo edificio, se ha concebido una sala-sótano para exposiciones, sin el problema de la anterior llamada Casa de Cultura, que sí, exposiciones si, pero no había quién pudiera verla, disfrutarla y admirarla: lo impedían las butacas. Bueno, pues a pesar de ello, hubo panegiristas que loaron la obra como no digan dueñas... Laviana y algún detalle
de sus trabajos.
Y para esta nueva obra e inauguración, se organizó una exposición con obras de pintores locales, que, hay que decirlo, son más de los que se contaban y, algunos, mejores de lo que parece. Por ello cabe decir que Pola de Laviana, que de ella hablo, no es que sea como Gijón, que alberga gran disparidad numérica de pintores, pero si que este es el momento más boyante que nunca tuvo esta población media del Nalón en relación a la pintura como arte. Es verdad que en este campo, contó con Luis Alonso García, para todos los efectos, LAGA, cuyo quehacer como pintor ha dejado una obra que acrisola su memoria como un gran maestro del arte. Laga, inauguró él sólo el anterior edificio; ahora, para este nueva casa de cultura, los que la inauguran son otros pintores, a los que hay que reconocerles mérito y valía.
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