LO QUE FALTA PARA UNO, SOBRA PARA OTRO

Villaverde Bajo
tendrá lo que necesita.
Esa es mi palabra.--

Así es. Vemos que la comunidad de Villaverde Bajo, al sur de Madrid, está que arde. Necesita como prioridad mayor terrenos para la construcción de un Centro de Salud.No hay terrenos públicos, dicen que dice Gallardón. Pero-eso sí- la Iglesia católica apostólica y romana recibe como donación del alcalde Gallardón suelo público para construir una nueva parroquia en ese zona referida.
Véase cómo lo que falta para uno sí lo hay para otro.
Claro que lo uno es el pueblo y lo otro es la Iglesia. Y la Iglesia calla. Y traga. Que los demás se arreglen, dirá seguramente por lo bajini..Y si no por lo bajo, ya dirá eso que tanto ha dicho siempre: "Dios proveerá". Eso sí, mientras sigue engordando en esta España de pandereta, de la que se está alimentando como en y de ninguna otra parte parece que se alimenta tanto.

Y la Iglesia calla. Y traga. Crece a costa de necesidades vecinales, que antes que otro templo para rezar, les hace falta un centro para curar, porque, según la Asociación de Vecinos Independientes de Butarque, ya existe una parroquia a menos de 500 metros. Y para el Centro de Salud que necesitan, no hay terreno público para levantarlo, en tanto que, sí hubo ese terreno para donarlo a la Iglesia, que ante el grave problema de servicios sanitarios, en esa parte del Madrid de Aguirre y Gallardón, no tiene la gallardía y la nobleza de no aceptar la donación, para que, en cambio, se construya el necesitado Centro de Salud...

Dios debe estar antes que lo demás. Y a Dios--y a lo suyo--no debe dejarse de la mano, nunca. Seguramente. Rouco Varela, quiere ser buen vasallo de buen señor.

Un contrariado Luis Herrero
habla de su odisea,
que no fue tanta,
dicho sea.

Y mientras tanto...
Ya ven ustedes. Luis Herrero, señorito intocable en España, defendido de la Cope y acostumbrado levantar la voz aquí, creyó que podía hacer lo mismo en casa ajena. Pero no. Debe ser de los que cree que todo el monte es orégano y que todo le pertenece. Y tampoco. Se fue, por lo que fuera, a Venezuela en periodo de elecciones y no se le ocurrió más que sembrar a voleo palabras difamatorias contra el actual presidente venezolano, Hugo Chaves. Y claro, fue puesto de patitas en la calle. ¿Que esperaba? ¿Que le llevaran- y trajeran- en palmitas?

Fuera o no de observador de éste o aquél grupo, no debe olvidar que estaba en país ajeno y por tanto tiene su riesgo despotricar contra quien lo rige, sea o no dictatorial, como es el caso, que tampoco es total y absoluto. Eso lo tuvimos aquí 40 años y aquí si que no se podía levantar la voz...salvo los que la levantaban, de los cuales seguramente sabe mucho más Luis Herrero que nosotros. De ahí que se haya equivocado al ir de grande de España acusando allí donde era ajeno y donde, cuando menos, debía mantener una compostura respetuosa.

Allá él. Pero que se entere que si aquí levanta la voz aunque no tenga porqué, eso mismo no puede hacerlo en otras partes por mucha que sea su verdad, que no lo ha sido tanta, de modo que sepa que hay que atenerse a las consecuencias. Que uno deja de ser aforado enseguida...
Y la tira...
Nada es tan propicio para los comentaristas políticos como el acontecer presente, donde hierve un volcán de marrullerías, intereses, mentiras, corrupciones, imputaciones, mangoneos y falsedades...en cuyo centro se encuentra el Pepé y del Pepé, más o menos cercanos, miembros cuestionados por tramas y corrupciones.
Sobre este lío ya no cabe ninguna duda. Y de poco valen los rostros duros y los gestos serios, diciendo lo contrario.

La realidad habla por nosotros y por los demás. Quien ponía la mano en el fuego en defensa de correligionarios, compañeros y afines, se ha quemado. Se quemaron varios. Y aquellos que decían que caerían los que tuvieran que caer, ¿que es lo que dicen ahora? ¿Qué dice Cospedal, que dice Rajoy y que dice la Aguirre? ¿Y qué demonios dice Arenas, que cuando habla parece que está dando vueltas a una noria, pero en sentido contrario a la marcha que lleva?

Que aprovechen los comentaristas políticos, que nunca la vieron más gorda que ahora.

Ni tanto así es lo que ocurre,
pero lo agrandan, lo agrandan tanto
que asusta oírlo--dice Rajoy..

(Imágenes de Internet)