A la pregunta del título bien puede decirse que, en efecto, Aznar es un puro resentimiento. No falla nunca. En cada una de sus apariciones, sean de la índole que sean, sus palabras aparecen siempre revestidas de mal disimulado resentimiento. Pretende sentar base de sabiduría y lo que sienta es, escuchado sin ceguera ni sordera como lo pueden escuchar y ver sus admiradores, una mal disimulada antipatía al actual presidente del Gobierno, que no otra cosa le hace decir que necedades, obviedades y vaguedades. Lo cual, denota la condición del ex-presidente Aznar.
Puede que haya quien diga que las comparaciones son odiosas, pero son argumentos que ponen muchas cosas en su sitio. Así, se nos ocurre indicarle al mocín español de las Azores que si fije un poco, nada más que un poco, en el ex presidente que le antecedió, esto es, en Felipe González, quien, al revés de él, de Aznar, no aparece manifestando a menudo lo bien que lo ha hecho él y lo mal que lo hacen los demás, tal como sí hace José María Aznar, que no tiene un momento de reposo sin que acuse lo mal que va España, habiéndola dejado él tan sobrada de recursos, que no sólo los demás dilapidaron, sino que además la están hipotecando hasta el final de los siglos.
Pues ni de broma es capaz Aznar de tomar ejemplo de quien, cuando menos, fue tan bueno gobernando como él. Que fue mejor, por supuesto. Se ve --o eso cabe entrever-- que la humildad no es virtud que adorne al presidente de Faes, no sabemos si líder o no del PP, o profeta del catástrofismo; lo que se sabe es que, una vez si y otra también, cuando tiene ocasión sale desprestigiando al actual Gobierno español y, más aún, al presidente Rodríguez Zapatero.
La última de Aznar fue publicada el periódico italiano Il Giornal, donde, como no podía ser de otro modo, se despacha a gusto con cifras, fechas y frases: "España es la ganadora del premio al desempleo en Europa". Y como el socialismo le duele en el estómago, aprovechó otra más: "No creo que España vaya a salir de esta crisis con mayores dosis de socialismo simpático.", Por lo menos, tan simpático como él, sí, que por conocer no se le conoce ninguna dosis de simpatía que valga. Ni siquiera cuando aquello de conducir o de beber, que para hacerse gracioso, rayó en el ridículo.
Estoy por apostar a que, en la próxima que salga a la palestra de turno, vamos a verlo, otra vez, con su siembra de cizaña o, en su caso, de resentimiento como su mayor virtud moderadora y patriótica. Qué razón tienen en mi aldea cuando dicen que para deshacer vale cualquiera, pero para construir, levantar y rehacer no valen todos. Así, si "España es la ganadora del premio al desempleo en Europa", Aznar es el ganador del resentimiento y la negación a todo lo que en España no sea él, en cuestión de política, por supuesto. La egolatría es el sentimiento de los necios. El sentimiento y la soberbia.
Aznar, disertando y, como español ¿que dirá de España?
Puede que haya quien diga que las comparaciones son odiosas, pero son argumentos que ponen muchas cosas en su sitio. Así, se nos ocurre indicarle al mocín español de las Azores que si fije un poco, nada más que un poco, en el ex presidente que le antecedió, esto es, en Felipe González, quien, al revés de él, de Aznar, no aparece manifestando a menudo lo bien que lo ha hecho él y lo mal que lo hacen los demás, tal como sí hace José María Aznar, que no tiene un momento de reposo sin que acuse lo mal que va España, habiéndola dejado él tan sobrada de recursos, que no sólo los demás dilapidaron, sino que además la están hipotecando hasta el final de los siglos.
A mí no me digan nada.Yo no he sido
Pues ni de broma es capaz Aznar de tomar ejemplo de quien, cuando menos, fue tan bueno gobernando como él. Que fue mejor, por supuesto. Se ve --o eso cabe entrever-- que la humildad no es virtud que adorne al presidente de Faes, no sabemos si líder o no del PP, o profeta del catástrofismo; lo que se sabe es que, una vez si y otra también, cuando tiene ocasión sale desprestigiando al actual Gobierno español y, más aún, al presidente Rodríguez Zapatero.
La última de Aznar fue publicada el periódico italiano Il Giornal, donde, como no podía ser de otro modo, se despacha a gusto con cifras, fechas y frases: "España es la ganadora del premio al desempleo en Europa". Y como el socialismo le duele en el estómago, aprovechó otra más: "No creo que España vaya a salir de esta crisis con mayores dosis de socialismo simpático.", Por lo menos, tan simpático como él, sí, que por conocer no se le conoce ninguna dosis de simpatía que valga. Ni siquiera cuando aquello de conducir o de beber, que para hacerse gracioso, rayó en el ridículo.
La risa de Aznar es así, simpatía pura
Estoy por apostar a que, en la próxima que salga a la palestra de turno, vamos a verlo, otra vez, con su siembra de cizaña o, en su caso, de resentimiento como su mayor virtud moderadora y patriótica. Qué razón tienen en mi aldea cuando dicen que para deshacer vale cualquiera, pero para construir, levantar y rehacer no valen todos. Así, si "España es la ganadora del premio al desempleo en Europa", Aznar es el ganador del resentimiento y la negación a todo lo que en España no sea él, en cuestión de política, por supuesto. La egolatría es el sentimiento de los necios. El sentimiento y la soberbia.
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