SIN DESPERTAR DEL SUEÑO

Porque, a veces, soñar es mala cosa y si se despierta, puede hacerse de una pesadilla. O sea, el subconsciente que funciona a su aire y te hace una mala pasada.Sin embargo, en España--no sé cuantos miles-- sueñan-- soñamos-- conque el sueño que nos envuelve se convierta en realidad. 

 Así, el gran sueño que tenemos algunos millones de españoles de despertar y ver el sopor onírico de la vida convertida en realidad, se está alargando en exceso. Así es que no se acaba de ver que en España la República tenga clamor--como tuvo en 1931-- de realidad, de despertar de un sueño--- pesadilla más bien--- del que, de llegar, no sería tan malo como,en política, ahora mismo, nos envuelve el devenir cotidiano en el que la corrupción es casi proverbial en quienes hablan de moralidad, cumplimiento de leyes, normas y deberes, pero de ellos--más que de otros-- se ve revolotear negros cuervos carroñeros... 

 Ya digo, no está tan cercano el día en que se despierte a la realidad en España y podamos ver que una República tiene su razón de ser. Ese sueño, en este país, no es fácil que podamos despertar de él. La negrura sembrada contra el Gobierno que pudiera dimanar del sentir republicano -- que va viene de antes de Cristo-- es mucha y el pueblo nuestro, sigue viendo un país de Hadas, aquí, con príncipes y demás séquitos, donde lo que resulta de uno u otro es sabido. O sea, que los que ayer hicieron la vida imposible a la República --los que siempre han disfrutado de privilegios, poderes, leyes a favor y organismos protectores--siguen ahí y aquí, por lo cual, aunque no diga más,todos ustedes saben de qué va la cosa.Y quiénes son los privilegiados que,desde luego, no será republicanos nunca.