ENTRE CALMA CHICHA Y TORMENTA CLARA



Entre Calma chica y tormenta clara, dentro de unos días comienza, por lo que nos han contado, el nuevo "Año Mariano:" Por eso se ve levitando al nuevo elegido "por la gracia de Dios."

Y en este año Mariano, donde el nuevo evangelizador del progreso español se ve levitando. aquí le vemos, rodeado de sus fieles seguidores, quien no parece que vaya a celebrar nada de todo lo que se avecina es la De Cospedal, que nos dicen que ha caído en desgracia; que va a ser degradada o sea, eso, que ya no es la que era y que ha perdido su fe en ella el nuevo evangelizador marianista de España.

Yo lo lamento, señora.
No me caía usted mal,
pues, señora De Cospedal,
era usted como una aurora
en el Pepe boreal...
donde abunda el argomal
y la sombra que atesora
su ambición territorial.

Pero res que hay más. Algunos ministros rajoyanos, elegidos por voluntad del auror del Año Mariano, eran, fueron y no sabemos si seguirán siendo tertulianos, copartícipes o miembros de una negra u opaca en buenas intenciones tertulia de televisión, cuya titulación ya resulta sospechosa: El gato al agua. Ver una de estas tertulias es para echar a correr y no parar hasta que uno no aguante más. Asustan y aterran.

Pues si cuatro ministros pertenecen a estas tertulias, liberadas se van a ver de calumnias, que las elevan sin cuento. O sea, se van a ver protegidas digan lo que digan, que no es poco ni respetuoso cuando se trata de pisar, trituras y moler aquello que no les agrade, com era y ha de seguir siendo objetivo de sus iras el que fue presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, que si estando él en el poder lo ponían a caldo, ahora que han cambiado las tornas, le harán beber vitriolo, que es lo que destilan.


Pero hay más. Por ejemplo, según hemos leído, sombrados, el que dice apellidarse Jiménez Losantos, tratado por sus súbditos como DON Federico, ha puesto de patitas en la calle al que dicen se llama Pío Moa, antiguo miembro de banda terrorista, y llagado por obra a y gracia de su metamorfosis ideológica a convertirse en autor de cabecera de los más iracundos derechistas de España; tal era lo que decía, que, por gorda y grande que fuera la mentira, que lo era, les venía como anillo al dedo para seguir disfrutando del insuflado rencor contra la izquierda, contra la República y contra todo lo que fuera de credo distinto al de tales españoles;

ello es que Losantos, como gran demócrata que dice ser, despidió de su periódico o espacio de radio o de lo que sea,que me da igual, porque se ha atrevido el dicho Pío Moa a dudar de la veracidad historiadora de César Vidal, que, oiga, verba viperina y de mala leche, si que tiene sí y acaso facultad de servir a Dios a través de su otrora doctrina evangélica.

Dícese que César era
como Judas,pues servía
a Dios y al Diablo--y mentía
cada vez que tal quisiera
y plugiera,
que nadie le reprendía..


O sea, Pio Moa, César Vidal, Federico Jiménez Losantos, tres pies para un banco, ya no están en la sintonía que estuvieron. Faltan otro más, que tarde o temprano también se saldrán de madre.Y ello es así porque quien se alía partiendo de egoísmos e intereses creados,antes o después, romperán los lazos del amaño y cada cual ira por su lado.

¡Ah! No se me olvida que tales personajes no están solos. Tienen seguidores, que son más ciegos que decirlo. Por eso los defienden más y mejor. O sea, que estamos seguros que tampoco ellos estarán conformes con nosotros. Normal. En España ocurre así. Siempre ha ocurrido.

Lo que ha pasado y pasa y,lamentablemente, seguirá pasando es que quien más miente y más engaña son aquellos que tienen más poder, más fuerza, más derechos, más cargos ostentan, más altos se encuentran y por tanto, son más poderosos. Bueno pues a pesar de todo ello, no siempre la razón la razón les asiste. Digan lo que digan.

Imágenes Recogidas de Internet

FRANCO NO, PERO ¿QUE DICEN EN EL PEPÉ Y EL PSOE?

Consejero de de muchas cosas Y por tanto, percibiendo buenas bolsas.
Lamentando no haber dado contestación al amigo lenense Germán,escritor, republicano y amigo, le mandamos no obstante desde aquí un saludo.¡Cómo no, republicano!
Pero es que, ante lo que está cayendo en la llamada Casa Real, o sea a la familia borbonicamente aumentada por unos yernos de órdago, resulta que en lo que se observa, ni el flamante Mariano Rajoy, que todo lo sabía para salir de la crisis y ahora, vencedor en las pasadas elecciones,no acaba de abrirse hacia alguna realidad concreta, no ha dicho ni pío todavía acerca del caso y de lo que se cuenta, con fundamento, sobre el yerno del Rey, el ex-deportista Urdangarín.Nada, ni una palabra. Rubalcaba, tampoco ha dicho nada. E igualmente nada han dicho los partidos amparadores de ambos personajes. Nada de nada. Y nada de nada han manifestado, hasta la fecha ni el PP ni el PSOE. Chitón y punto en boca.
¿Y no hay suficiente materia para que cualquiera de estos dos partidos políticos se pronunciaran al respecto sobre la situación que el yerno del Rey ha creado? Desde luego, quien calla otorga. Es normal que la familia real procure callar, deja
r que pase el tiempo a ver qué pasa. Pero que guarden ---no digo cómplice, digo extraño--silencio ya es más que chocante. Talas partidos se deben a sus seguidores.

Tal parece que los partidos mayoritarios, socialistas, conservadores, demócratas y otros que se las dan de liberales y la tira, se hayan vuelto zarzueleros por conexiones o nexos de familia, de complicidad o de ideología. Si con lo que se viene dando, ocurrido por la desmedida ambición del yerno del Rey--en lo que se ve--o por su inmoralidad patriota, no es bastante para pedirle cuentas al Rey, ya no se sabe que ha de ser y qué ha de ocurrir.
Y que la Zarzuela, o la Familia Real esté y deje de estar estudiando el modo de desligar de la realeza tanto a Cristina, esposa de Urdangarin como a éste mismo, Duques de Palma, no deja de ser un entretenimiento del cotarro actual español. Se les desposea del rimbombante título que detentan o no se les desposea, el caso no es "de índole familiar". No lo es, que más bien es un caso de juzgado, sin paliativos, sin dar largas al asunto. La realidad es, a la vista de lo que los medios cuentan a diario, que el Duque de Palma se aprovechó de su rango e influencia familiar para enriquecerse fraudulentamente, con negocios ilícitos, con cambalaches y triquiñuelas. Y eso es, por ser quién es el personaje del caso, un abuso de influencia, que degrada a España mucho más que si lo hiciera otro cualquiera que no estuviera ligado a la Casa Real. Así pues, desde La Zarzuela, tampoco acaban de hablar claro.
Como toda pareja bien entroncada
y además de enamorada,
de lo que hablan, no se sabe nada.

Y los españoles, necesitamos saber la verdad. Saber si hay rectitud a la hora de tomar medidas. Si hay honestidad en quienes nos representan y en tan alto estado se encuentran. El silencio es, a lo que se ve y sobreentiende, una muestra de falta de lealtad a España y los Españoles. A mi no se me llena la boca de la españolidad como se la llenan otros.

De modo que, si el rango es mayor en españoles de altura, que no sigan pisándonos y que hablen alto y claro. Y que se dejen de milongas y de puerilidades --o ambigüedades, como dice Rajoy, que en esta caso su actitud no ha llegado ni a ambigüedad siquiera.
Ante este desaguisado, que es y que se ofrece a los españoles de a píe, ¿ha de extrañar a esos otros españoles de alcurnia, de copete, de bien y de misa diaria, que si pida de una vez por todas que la República sea venida. Bienvenida por deseada. Puesto que la República fue expulsada por la fuerza de las armas y tras un largo periodo dictatorial fue impuesto un rey sin mérito ninguno más que ser hijo de quien era, ¿por qué no se impone igualmente la República? Y si no la quieren imponer así, por lo menos que no echan sobre ella tanto vitriolo como vienen echando, que peor que lo que está aconteciendo ahora no acontecería con ella nunca.

CUESTIÓN DE CUESTIONES.

Los votantes de izquierda parece que son más comedidos que los votantes de la derecha. E incluso los líderes de ambas tendencias. Veremos por qué. Cuando Rodríguez Zapatero había ganado las elecciones, 8 años atrás, en los muchos medios a que tiene opción la formación del PP, no esperaron a que Zapatero nombrase a su equipo ministerial. Bastaba que los medios de información vaticinasen los ministrables para que en el PP salieran voces manifestando que no ofrecían garantía ninguna. En cambio ahora, cuando el señor Rajoy Brey ganó las adelantadas elecciones y no acaba de presentar ni lo que será su equipo ni presentar ningún plan --él que tenía todas las soluciones antes de las elecciones--, en lo que ha de ser oposición de la izquierda, nadie sale al camino a extorsionarle. Nadie argumenta que, hasta el momento, lo único fiable de él fue su palabrería. Ni más ni menos.

Desde el extrarradio de la política y desde el extremo opuesto a quienes viven como reyes de ella, recordamos que predicar no es dar trigo. Y Rajoy, que tenía todas las soluciones con él y en bien de España, resulta que ahora no se le ve más que el plumero. Donde ayer brindaba soluciones a todo, hoy ya dice que la situación no es para esperar milagros, que él no tiene varitas mágicas,... O sea que lo que quería era llegar a alcanzar su cumbre dorada: La Moncloa.

Del ayer que nos prometía a todos más felicidad --como suena: que los españoles íbamos a ser más felices si él ganaba-- a la realidad que se le viene encima, parece que le acoquina un poco. Ya no es todo como nos hizo creer. Que él, como Aznar, tenían la solución para salir de la Crisis, la solución para rebajar el paro, para crear empleo, para que España otra vez-- ¿¡? -- fuese fuerte y respetada en el Mundo, para que los líderes europeos se dejasen de cuento y callasen la boca ante la actuación de España, que, gobernando el PP, sabría ponerles firmes ante la solvencia de la comisión española, naturalmente, compuesta por los gloriosos españoles del PP.

Esa es la realidad. Que Rajoy tampoco nos va a sacar de la crisis, ni va a reducir el paro, ni va a solucionar los problemas, a no ser que, como español admirador de Franco, corte por lo sano, nos ponga a todos a trabajar medio gratis, como nos ha tocado a nosotros allá por los años del 40-50
saber lo que era trabajar mucho y cobrar poco. O sea, que hemos conocido las Cartillas de Racionamiento, las limitaciones de muchas leyes y muchas cosas, a las cuales es de suponer que el señor Rajoy no quiera acceder,incluso, para salir de la crisis.

Y ahora que caigo. La crisis, según Rajoy dijo muchas veces, era Zapatero. A lo mejor ahora que Zapatero está a punto de salir de La Moncloa, la crisis, con un hombre de tanta certeza como la que tiene Rajoy, desaparece para siempre. O sea, que vamos a ser felices, cosa que también nos ha prometido. No en vano tienen la solución en las palabras. Lo ha dicho Arenas. Si De Cospedal ha recortado en sanidad y en enseñanza ,y en el personal funcionario, haciendo que trabajen más y ganen menos, ello se debe al caótico estado de las cuentas castellano manchegas que ha recibido
la dicha lideresa De Cospedal...

Si es así no entendemos por qué tanto se han empeñado, trabajado y luchado denodadamente para llegar a los puestos de gobierno y mando que tanto ansiaban, si todo estaba mango por hombro y todo era un caos y un cataclismo, eso sí, para todo ello ellos, el PP ,tenía la solución y el remedio, mejorando las cosas y los casos , saliendo todos más beneficiado, todos más contentos y todos felices...

A ver si no aclaramos, oye, que si no, otra vez no les van a votar los que esta vez lo hicieron. Y ellos sabrán porqué lo hicieron, porque, hablando en serio, Rajoy, diga lo que diga, no es de fiar;por eso, porque el que mucha habla, mucho yerra. Y si no, el tiempo dirá cómo va a hacer para cumplir toda la retahíla de promesas y de bendiciones que nos había prometido.

¡Ah! Ahora caigo, menda no tiene derecha a cuestionar a don Mariano Rajoy Brey pues no lo ha votado. Ni le votará jamás de los jamases.