LOS FRACASOS ENSEÑAN EN LA VIDA

Aruca,amiga, tras una semana, regreso al hogar, como dice la copla. Qué buenos estamos los de nuestra idea par canciones. Y para quedar fuera de casa. O sea que, el día de las elecciones estuve entre Ávila y Córdoba.Los resultados, visto al otro día,era para ponerse las manos en la cabeza.El pueblo español no es como el germano ni como el galo. Casi ni como el luso.

El vuelco ha sido mayúsculo. Inconcebible. Y en Asturias, más. Y más con la riada de votos que se arrastraron a Cascos, al que Carlos Cuesta, valora, "Atila Cascos", o así. Y así digo que, previo a las elecciones, los del Pepé lanzaban puyas a Cascos-- esto es, venablos--y Álvarez Cascos, que en lanzar pedredas o cantos, tampoco se queda corto, están ahora, como se ve, una semana después de los resultados, a partir un piñón. O sea, que como son hijos de la misma cuna, más que tirar cada cual para su lado, están procurando lamerse las heridas de las pedradas que se lanzaron para llegar a un acuerdo y así, bien reconvenidos, y ocultamente resabiados, llevan camino de acabar bien hermanados, bien unidos, bien enlazados, que Asturias y España es antes que los intereses personales...

Eso dicen, pero ya, ya. Las poltronas convierten a los hombrees en meros monigotes. Las dignidades, si es que existen, ruedan por los suelos antes que perder determinados escaños.

LOS INDIGNADOS Y LOS PERDEDORES.

Ahí están y ahí estuvieron en las plazas de Madrid y Barcelona y, después, en las demás plazas de España. Son y fueron "los indignados", los que están contra la contaminación política, contra los políticos de mala política, pidiendo claridad, honestidad y honra a los políticos. Menos agarrarse a los pasamanos de los estrados.Mejor Constitución; menos leyes y menos trampas.
Las manifestaciones que salieron y o no sé de dónde, no pertenecen a ningún partido conocido. Pero ellos conocen como está el percal. Y saben que si Zapatero cero, Rajoy, quieto me estoy.

Los indignados son --fuimos-- muchos. Y por ser tantos, estamos seguros que estas manifestaciones, van a tener repercusiones, Y si no, al tiempo.

Y hablando del tiempo, a Rodríguez Zapatero la cayó un buen aguacero.El hombre que un día habló de que la Iglesia debía a prender a depender de ella misma. Y así, mientras dada quintales de oro y plata para la Iglesia, ésta que para pedir parece que le hizo la boca un fraile"y para dar es tan parca como Palacio Valdés,le importó poco que, después le llenó faltriqueras y cofre, vio que con Rouco Varela al frente, le hacía la vida imposible. O sea, que le mordió la mano que tanto pan les otorgó.
La iglesia, que es un a hidra, recibió decenas y decenas de millones, del Gobierno de Zapatero.
Y Zapatero, ¡hale pa lante! Y esa desmesura la ha costado caro. Su prodigalidad no le ha valido para nada ante la ambición de la Iglesia. Quiere decirse que, envejeciendo y aprendiendo, que los fracasos son maestros de la vida. De todos modos, no sabemos que le pueda servir de enseñanza a Zapatero el haber mejorado la siempre copiosa cantidad de millones que se le entregan a la Iglesia. demasiados millones, tan demasiados como sus actuaciones para el Gobierno socialista.

Por eso hay quien reprocha a Zapatero que no hiciera una política más de izquierdas. Y, en vez del ajuste de los jornales a los trabajadores, que se ajustase la locura de la banca, de las empresas eléctricas, de las empresas de comunicaciones, de la Casa del Rey, de la Iglesia y de otras instituciones...Es decir, política de izquierda, que para hacer política de derechas, la va a hacer Rajoy y los suyos ---como ya la vienen haciendo--- dentro de un año, si es que Rubalcaba no espabila y evita la ambiciosa ansiedad que Rajoy siente por llegar a la Moncloa...



DE CAMPAÑA ,TODO LO QUE ACOMPAÑA

No es preciso esforzarse mucho para decir que estamos en España en campaña para unas nuevas elecciones; autonómicas y municipales.Y que arde Troya. Y que no todo es oro lo que reluce, y que quien más reluce, en lo que observo, es el Pepé. Donde, por lo que brindan, deben de creer que todo el monte es orégano, para segarlo todo raso por corriente.
¿Confiar o desconfiar? Que cada cual juzgue.

Es verdad que no están los hornos del tiempo para muchos bollos y que cada cual debe amasar la harina de su molino de acuerdo a sus posibilidades.O sea, que cada partido, está en su derecho de hacer la polvareda que estime oportuno. Pero, ¡coño! decir lo que dicen algunos, ya es la de Dios.Así se ve como la Cospedal, con su voz patosa, dice uno mientras otro es lo que parece que hace. Acusar al Gobierno de Zapatero --y a él más-- de despilfarro, mientras exige cuentas claras y ella, no obstante, no las pone como las cartas, boca arriba. ¿Cuánto gana ella por sus cargos, no siempre atendidos? En el despilfarro que haya, ella también forma parte.Y como ella, ellos, los demás, que en su partido no cesan de acusar furibundamente, según se observa, todo lo que huela socialista. ¿Y quién esta libre de pecado? ¿El Pepé?...

Arde Troya con lo que se dice y con lo que se oye. Especialmente los que quieren llegar al poder hablan de hacer y acontecer. Rajoy , labia fácil y dedo en ristre como lanza al rostro contrario, dice que lo que España necesita es un Gobierno fuerte, que cree puestos de trabajo, que vuelva a ser ejemplo en Europa y el mundo. Que se ponga a la cabeza del desarrollo mundial. Que siga siendo imperial...que la Justicia sea Justicia y que todo sea un paraíso de nuevo. Eso y mucho más dice, sonriente y marcial, cabeza alta, mirada al frente don Mariano Rajoy. Y uno, asombrado se pregunta que de qué España habla y a que Gobierno se refiere? ¿A él? Pero tan engreído es y, sobre todo, tan ingenuos nos cree a los que no creemos en sus verborreas, para que le votemos cuando se presenta como si fuera un dios, un salvador o en mesías...?
El señor González Pons, ni puede negarlo. Abre demasiado la boca
Desde luego, tiene poca humildad y sí mucha osadía para decir lo que dice. Y digo osadía por no decir otras palabras mayores y más justas a su desfachatez. Por cierto, que en su campaña le siguen los demás de su grupo. Todos, unos y otros, con idéntica función desde años atrás.Porque la campaña del descrédito ya la vienen alimentando desde que Zapatero, con otro talante, les dijo que esperasen, que todavía no era ocasión para que gobernasen en España.

Campaña sobre campaña --o todo lo que acompaña en esta campaña es de baja calidad.Solo estriba en el descrédito y en la acusación,en palabras veladas y en insinuaciones malévolas. Es posible que falten verdaderos políticos en el presente español.La mediocridad es apabullante y el rastrerísmo deplorable. Pero hay más.
Hay un hecho que no entiendo y que no asimilo. Y es--como observo en Asturias--que haya gente, o sea votantes, familias de historial socialista, o de izquierda, pertenecientes a la más precaria situación laboral, sacrificados siempre, viviendo a la cuarta pregunta, supeditados a los que siempre les sojuzgaron, que hora se alíen a la derecha; voten a la derecha...no lo entiendo. O son retrasados de mente, o son renegados de su origen , o son vendidos, más que por un plato de lentejas, por promesas tan cínicas como los que ahora les ofrecen el oro y el moro.
Palabra de Dios.Se han quedado de piedra
ante las históricas promesas, nunca cumplidas,
de la derecha.
Desde luego, el cuento ese de que "arrepentidos los quiere Dios", puede quedarse para la Iglesia--sangría del Estado español--, pero no sirve para quien, dentro de la actual Constitución, perteneciendo a una clase social, renieguen de ella para pasar a colaborar con los que precisamente nunca han hacho nada por remediarles, con pan abundante, la condición humilde a la que siempre han pertenecido y en la que han muerto sus mayores, defendiendo el derecho a una ley social mejor y más justa.
De aquellos que renieguen y reniegan de sus orígenes ¿qué quieren que les diga?

(Ilustraciones recogidas de Internet)