QUE EL FRIO NO NOS ACOQUINE

Así preferimos que sea.Que el frío no nos acoquine o, como diría no sé quién, que no nos acoyone, pero lo hace, y nos reduce a la mínima expresión física...
De modo que, a pesar de ello, hay que seguir hilvanando en este blogger hasta donde sea posible.Y hay que seguir contestando a aquellos que nos envían sus cosas, que son muchas y variadas.Y hay que registrarlas.Y,en algunos casos, denostarlas.
Así alguien nos habló de un poeta de Orihuela, cuna del poeta Miguel Hernández, el cual poeta se llama,al parecer, Miguel Barcala Candel, y que, además de remedar con mal gusto al poeta Miguel Hernández,republicano muerto sin medicinas ni cuidados en las cárceles franquistas, se permite insultar con sus versos los versos de Hernández, mientras insultas, en peor que malos versos, al actual Gobierno y, eso sí, mientras, con igualmente malos versos, loa a Esperanza Aguirre.
Bueno, pues a quien me ha envido su correo contándome estas cosas, me he permitido insertar un verso que aparece por aquí y que, malo o no, siempre es menos malo que los malos de Barcala.

Miguel Barcala Candel
poeta para el cordel...
Mal poeta este Miguel,
cuyo apellido Barcala
es de los que ahueca el ala
y es tan malo que se iguala
a si propio sólo él...

Y LA IGLESIA,MIENTRAS TANTO

Eso es, la Iglesia, mientras tanto, sigue en sus trece, erre que erre, hablando de la familia, no obstante que ellos, los que tal hablan, siguen también sus trece, erre que erre, defendiendo el celibato, evitando que sus curar --los que lo desearan-- fuesen casados y responsables de una familia, esas familias que tanto defiende,en Roma el Papa y,en España, Rouco Varela, arzobispo de Madrid, cuyo ayudante, también de alto rango, Martínez Camino, se echan a la calle para,con todos sus medios que son muchos, decir que en Europa estamos abocados a la desaparición de la raza humana, pues la única salvación de la familia es la familia creyente, la católica, o sea, la suya; las demás, cataplás, desaparecerán de la noche a la mañana.

Rouco Varela asevera
y asevera duramente
que nuestra vida presente
acabará en calavera
porque Zapatero miente...

O sea, que quien tiene modos y medios de condenar, condena. Y ¿qué mejor que cargar de cadenas al presidente del Gobierno? Que ya está bien de hablar de laicismo y no acabar de buscar la separación de la Iglesia del Estado y que cada cual se arregle.´¿O será que el clero español levanta la voz antes de tiempo, por si acaso...? ¿Por qué ha de alimentarse a quien, como el perro desagradecido, muerde la mano que la de el pan?

Fríos tiempos corren en la España actual.Y, de verdad, oiga,¿quién está crispando y encrespando la viada actual en España? ¿Por qué los que comen la sopa boba, sin dar golpe ni saber lo que es ganar el pan con el sudor de sus frentes, son los que más escándalo hacen, más buscan enfrentamientos y más mienten con sus palabra? ¿hay que decir que quien esto hace es la Iglesia? ¿Y en nombre de quién lo hace? Y ¿por qué lo hace? ¿Quien es ella para meterse en todas las casas y hacer y deshacer como si fuera una cataclismo? ¿Quien les ha dado el derecho a hablar por unos y por otros y, sobre todo, a decidir por los demás? Así y mucho más es lo que está ocurriendo en la España actual. Y de este tiempo desquiciado, la Iglesia tiene gran parte de culpa.Y no diré que del frío que procedente de Siberia, pero andará cerca...

1 comentario:

aruca dijo...

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
resuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

No se si es propio poner un poema para acompañar el escrito de Albino.Pero no se me ocurre nada mejor para homenajearles:a Albino y a Miguel.