CRISIS, YO TAMBIEN HABLO DE CRISIS

He aquí a Rodríguez Zapatero,
para
el Pepé el culpable de la crisis mundial
e incluso de todas las que vayan a venir todavía.

A poco que uno rememore fechas pasadas, verá que, previo a la primera legislatura de Aznar, él y los suyos, hicieron lo mismo que ahora está haciendo Rajoy y compañía: sembrar vientos para que las tempestades arrasaran sobre aquello que soplaban: Aznar contra Felipe González y Rajoy contra Zapatero. Aceptar que hay crisis, no es preciso firmarlo; pero tal crisis es casi a nivel global; no únicamente a nivel de España, aunque los enemigos de Rodríguez Zapatero no ven más que la crisis española y, si la aceptan a mayor nivel, resulta que culpan de la misma al presidente del Gobierno español. Esto es así.

Incluso --y no son profetas ni visionarios del futuro--años antes de decantarse tal crisis, fraguada por la banca universal y la ambición que predomina en los grandes emporios acaparadores de todos los fondos económicos mundiales--ya el Pepé sacaba a relucir lo que no tenía visos de realidad en España. La dichosa crisis. Bien es verdad que, cuando ésta comenzó a hacer acto de presencia, Zapatero se resistía a aceptarla. De modo que la sostuvo y no la enmendó. Y ese fue su mal. Ahora, con la crisis envolviendo Europa y América, además de otros países, al presidente español le está lloviendo encima de todo: verdades y mentiras; descréditos y recelos; improperios y calumnias, insultos, groserías, desprecios y hasta la baba de quienes mascullan lo habido y por haber.
El líder del Pepé, Rajoy, señor de verba
pero, hasta la fecha, ningún aporte válido
para salir de la crisis

La situación no es precisamente un paraíso. La perspectiva de futuro no es halagüeña por ninguna parte. El Gobierno tenía que tomar medidas---esa fue y era la cantilena permanente del Pepé--y resulta que cuando decide tomar alguna medida, más de los mismo: rayos, truenos y centellas la caen encima. Todos quieren medidas, pero nadie quiere que sea sobre su cuerpo.Y tan es así que hasta el propio Rajoy-- paladín de la mayor verborrea sin aporte ninguno de soluciones--acepta que las medidas eran necesarias, pero tardías. Y por eso no las apoya. O sea, que sí, pero no. Que la cuestión está en decir siempre lo contrario. En hacer la puñeta y en obstaculizar la marcha del Gobierno, a ver si cuanto peor le va al ejecutivo, mejor le va a él, para acceder a la Moncloa, o sea, al trono del ordeno y mando, que fue siempre y sobre todo, la ambición de los llamados conservadores españoles...
Real, moneda de 25 céntimos,
que, como era redonda, nunca paraba
en los bolsillos de nuestras casas obreras.

Así, mientras tanto, crisis y más crisis. Y hasta cuando hay gente en las terrazas cenando o alternando a base de bebidas y comidas, se habla de crisis. Hablan de crisis los que tienen trabajo asegurado; los que tienen ingresos sin doblar el espinazo ni ganar el pan con el sudor de sus frentes, como el clero, que habla de crisis e incita a protestar contra ella...No voy a decir que allí donde haya familias que carezcan de trabajo no tengan las peras a cuarto o que vean las orejas al lobo y, por ello, renieguen de unos y otros; pero que levanten tanto la voz los que si tienen trabajo,los que no tienen problemas de verdadera crisis, es cosa que resulta chocante.
He aquí el signo de una crisis de largos
años de duración.Quien conoció aquello,
puede hablar de lo que es una crisis de verdad.

Crisis, lo que se dice crisis la hemos conocido nosotros allá cuando en 1945 comenzamos a trabajar en canteras, mal alimentados, mala ropa y, por calzado, trapos y sacos atados con alambres y cordeles a los pies. Crisis era la que, después de haber acabado--oficialmente-- la Guerra Civil en 1939, todavía en 1952 las Cartillas de racionamiento eran las cédulas de los españoles que andaban a la cuarta pregunta. Y crisis seguía habiendo años después de la supresión de dichas Cartillas de Racionamiento, pues el hecho de haberlas suprimido no significaba que hubiese pan en abundancia no hubiese dinero para comprarlo. No vengan ahora hablando de crisis, que crisis fue aquella --sucesión de la que se venía padeciendo--llamada de "la Estabilización de la Peseta". Aquella sí fue crisis, que entonces, trabajando de diez a doce horas diarias, si el pan estaba por las nubes, más alto estaba alternar en establecimientos de recreo, de bebidas o de comidas y ni siquiera había, ahorrando mucho, una peseta para ir el cine a los domingos, que ya era mucho ir al cine una vez a la semana, a ver "La mano que aprieta", "Allá en el Rancho Grande" o "Fumanchú"...

¿Quieren que les hable de crisis, pero crisis de verdad y no de crisis que, aunque lo sean, hay quien percibe ayudas estatales y algo es algo para permitirles, por lo menos comer un bocadillo. Vayan a ver qué bocadillos comían aquellos mozos que ya trabajaban, cuando la Estabilización de la Peseta, y después hablamos de la crisis.

2 comentarios:

aruca dijo...

No,pero si la cuestión no es la crisis en si;la cuestión es tener a que agarrarse,para de nuevo poder echar a quienes gobiernan y entrar ellos.Y luego dirán que tienen que recortar mas,pues los socialistas dejaron agujeros,etc.
Porque cuando las personas no encuentran razones,se agarran a las descalificaciones.
Que uno tiene problemas internos supuestamente,pues vamos a hablar de otra cosa para que esto no se note.

Lo peor de esta historia,como todas las historias que se mueven en estas lides,es que hay algunos que tiran la piedra y esconden la mano,pero para eso tienen fieles vasallos que despotrican sin saber de lo que hablan,pero con la satisfacción del daño hecho.

Pelayo, nieto de Viriato dijo...

Digo en mi Blogger La Cueva del Diablo que cada día se lo ponen peor a Zapatero. Y si intenta restringir gastos, protestan unos, si procura congelar los ingresos del funcionariado, protestan hasta los teléfonos móviles que paga el Estado. Protesta todo dios.
la Iglesia protesta sin que nadie le haya dicho que se la ve a retirar ese cuantioso río que le llega del Estado. Protesta la Policía, antes de haberle quitado una peseta. ¿Y no se acuerdan cómo los tenía el Generalísimo?
Si el actual presidente del Gobierno toma medidas, porque las toma, si no las toma, porque no las toma: aquí protesta hasta el lucero del alba.
El PP, que tanto le exigía decisiones, cundo decide, sale conque llagan tarde.Y el arzobispo de Oviedo, lo mismo. Lo ha dicho uno de estos día en un periódico asturiano. Y ¿No vale más tarde que nunca? O ¿la cuestión está en, como se dice en asturiano, retorldicar a todo? Lo cual, viendo lo que se ve en la España actual, el mal no es solo Zapatero; el mal son los demás, los que se dicen mejores españoles y los dicen que son representes de Dios, que Dios libre a España de que el Gobierno intente quitar una peseta al clero, que ardería Troya.Seguro.