"SANTA BÁRBARA" HA MUERTO


Permítanme que me presente
en traje de minero, allá por 1952
Si, ha muerto aquella fiesta minera, celebrada otrora con gran regocijo y algazara. Santa Bárbara, patrona de los mineros, patrona de la Artillería, patrona elegida para el estruendo y los bombazos,en paces o en guerra, ha muerto. O sea, ya en las cuencas mineras no es lo mismo.

Recordamos aquellas fiestas en las cuencas mineras asturianas en aquellos años en que nosotros iniciamos nuestra vida minera en el Pozo Villar, en 1949, cuando todavía existían las Cartillas de Racionamiento, las minas eran minas y,aunque no fuera más que para honrar a una imagen que dicen celestial, pero que las había pasado canutas en la tierra por el egoísmo paterno,las fiestas patronales de los mineros eran fiestas de estruendos dinamiteros, procesiones al rededor de los templos, con la santa a hombros de hombres adustos, que iban silenciosos mientras, como ocurría a menudo, en los púlpitos de las iglesias de las cuencas, algún predicador de órdenes descalzas y hábitos pardos, clamaban al cielo contra las perversidades de la humanidad...
Vieja estampa minera,en Pozo Carrio
A la izquierda,el Cura Obrero, Carlos G.Huelga

Y, desde las tempranas hora del día 4 de diciembre--por ejemplo, hoy hace tantos años ya--los estruendos y las explosiones de la dinamita en fiesta llenaban de bramidos los valles y las huerias de las comarcas...No había como ahora medallas ni premios, pero había, previo pago de cada asistente, comidas de hermandad minera, o hermandad de Santa Bárbara. Y había decenas y decenas de minas y centenas y centenas de mineros; de polvo por los caminos, y de mucho cuidado con la Guardia Civil, como siempre, que entonces no te quitaban puntos del Carnet de Conducir ni te lo retiraban por haber bebido, pero te quitaban otras cosas, que también dolían lo suyo.Cada cosa a su tiempo, y en aquel entonces cualquiera pensaba que la minería iría a menos, como ahora lo vemos; ni que cualquiera--incluso menda mismo-- fuera a tener coche y a poder decir, si no tanto como quisiéramos, si algo más que entonces.

Bastante más de 30 años atrás ya acusábamos nosotros que la fiesta de los mineros, iba a menos. A menos los estruendos dinamiteros,a menos los mineros y a menos la minería.Por aquellos años, aquellos de mucho cuidado, andar con pies de plomo y ojo avizor, todavía era la mina y lo minero motivo de admiración y de observación. En Oviedo, hablar de los mineros casi parecía un desafío.Se creía que el 34 podría llegar de nuevo.
Recordamos que los periódicos, tan supeditados al sistema imperante y algunos tan orgullosos de venir de dónde venían, publicaban reportajes de minas y mineros, de hechos y de dramas, amén de insertar romances revestidos de drama, de dinamita, de amor y de muerte.Y los mineros poetas o los poetas mineros también veíamos publicado algún que otro verso, siempre, eso sí, hablando de Santa Bárbara, tan veladora de nuestras vidas, tan protectora de nuestras vicisitudes mineras , tan buena y tan santa...

De aquello, ya hace muchos años que no se ve nada.Hoy los reportajes que se publican son alusivos a otras cosas: declaraciones de síndicos, de delegados, de ingenieros de despacho, de aviones en huelga o de petróleos y gases...¿pero de nuestra minería asturiana, muy poco. Y algún romance, ni por asomo. Los medios actuales, aborrecen la poesía, por eso ni una vez al año, por Santa Bárbara, donde ya no truena, no se atreven a publicar ni una cuarteta. Con decir que hoy no se lee poesía, asunto resuelto. Pero ni poesía ni otra cosa. Y hay quien,aunque no publique ni un verso ni a Santa Bárbara, no parece que tenga esos asuntos resueltos.

Molina, Antonio Molina,aquel cantante tan excepcional nacido en Andalucía, tenía su razón cuando decía que el futuro es muy oscuro trabajando entre el carbón... Hoy, ¿qué no diría hoy a la vista de cómo están las cosas...?



2 comentarios:

aruca dijo...

Y yo añadiría mas;fiesta minera,fiesta de hombres ya que las mujeres solo podíamos o debíamos ir a misa junto a nuestros maridos e hijos;a la salida,después de tomar un caldo o un vermout en el bar del pueblo,los mineros se iban a comer y las mujeres de los mineros a su casa como manda o mandaba la tradición.
Algún día hablaré del papel que la mujer del minero tuvo que desempeñar en aquellos tiempos,no tan lejanos,pero que quedan en silencio como la fiesta de Santa Bárbara.

Albino Suárez dijo...

Aruca: tienes razón:Las mujeres fueron parte menos que secundaria en la fiesta de la minería. Y yo recuerdo a aquellas mujeres,madres y esposas mayormente de mineros,que llevaban y llevaron una vida de perros.Tenían que ir a los ríos a lavar las ropas remendadas de sus maridos, secarlas y coserlas y poner remiendo sobre remiendo, pero que al día siguiente pudieran llevarla medianamente arreglada a trabajar.
Aquí hay una historia con estas mujeres, víctimas también de aquellos tiempo de gloria y victoria y con flores a María, que debiera contarse. Y seguramente que, de ser bien contada, no sería creída en estos tiempos. A aquellas mujeres debiera elevarseles algún monumento en alguna parte.sería de toda justicia .