PELTÓ, CABEZA DE HIERRO


Peltó fue --y era-- su nombre familiar, popular y más conocido; el nombre verdadero era José María Peláez Prieto, natural de Cudillero, pero residente en Gijón desde los 12 años.Falleció este pasado 23 de noviembre, a la edad de 85 años, tras una amplia singladura en la vida, en la mar, en el deporte y en popularidad.
Peltó, recientemente
según imagen que nos proporciona
Rafa Lorenzo
Mar adentro -o en la ribera,
Peláez Prieto, Peltó,
siempre con la mar soñó
donde quiera que estuviera.
No fue de suyo quimera,
que fue al timón, campechano,
pulso firme, recia mano;
su bandera de a rebato
fue la amistad, lo más grato
del hombre republicano,
que todo lo daba al trato.

BOXEADOR.--Fue en su juventud luchador en los cuadriláteros como boxeador, donde cosechó muchas victoria; fue igualmente campeón de lucha greco romana, donde se elevaba por encima de sus rivales, caídos en tierra. Por sus recursos en las peleas, donde solía dejar noqueados a los más recios oponentes usando la cabeza como ariete, era conocido por "Cabeza de Hierro".
Pero con todo, en su juventud, tuvo otras funciones. Hombre de mar, pero con los pies sólidamente asentados en firme, se dedicó a la recuperación de naves hundidas, tanto en Asturias como en otras partes marinas de España. Era fama que nadie la ganó en la recuperación de barcos hundidos.
El pasado año,en La Espina,
Tineo,en un acto de homenaje
a José Maldonado, que fue presidente
de la República en el exilio.
Siempre al timón, fue bogar
su horizonte perseguido
y su destino,el bramido
de ser hombre singular...
Vivió de sí cara al mar
y en tierra y mar conquistó
la meta que procuró...
con republicano acento,
siempre en lucha, cara al viento
de ser como fue Peltó...

En su haber cuenta con decenas de personas salvadas en naufragios u otras circunstancias adversas en la mar. Diversos escritos atestiguan estas hazañas por él efectuadas. Por eso y por su vida cuajada de factores populares, Peltó era persona conocida y reconocida. En Gijón su popularidad era innegable. Su característica presencia vistiendo gorra de marino; sus intervenciones en actos republicanos y su fuerte voz recitando los sonoros versos de Alfonso Camín, le deban ese carisma de popularidad que suelen brindar por tan peculiares, las poblaciones marineras.

Hombre de tierra y de mar
y hombre de mar en la tierra,
siempre fue libre; su guerra
fue en el viento, al navegar...

Recia planta y voz solar,
su destino se fraguó

en ser lo que fue --y logró:
capitán de su destino,
siempre andando su camino
tras su horizonte, Peltó...
Peltó, a la derecha, con otros republicanos,
en un acto en Noreña,en homenaje a Florez Estrada

Ocupó muchas cabeceras de periódicos,
tanto por sus éxitos en la recuperación de naufragios, como por sus hazañas deportivas, inclusive por la larga controversia con organismos oficiales, que le vararon su barco en la playa de San Pedro de la Ribera, en Cudillero, donde, para ejercer su derecho de propiedad, el propio Peltó lo habitaba, pero ni así hubo arreglo. Costas acabó desarmándolo.Luchas contra lo imposible,es causa perdida o batalla inútil.Pero eso -- y otro-- hizo que Peltó fuese siempre personaje admirado.

Visionario, su clarín
y su sueño de poeta,
resonaba en la trompeta
de haber sido cornetín
republicano...El confín

era su meta...y después,
con Camín, va de través
con su verso, como el mar,
resonando sin cesar ,
como el viento en el bauples
que no cesa de sonar...
Peltó, que recitó a Alfonso Camín.
aparece con Capa, sombrero y cayado,
tal como era visto y conocido poeta asturiano

Peltó fue amigo nuestro, en actos
republicanos y en actos que no lo fueron.Hoy Peltó dejo de ser historia viva para pasar a ser leyenda perpetua.Era miembro del Ateneo Republicano de Asturias. Había colaborado en el logro del Museo de las Anclas,en Salinas. Era miembro de algunas cofradías y era, en fin, hombre de actividad constante.Incluso actuaba con el cantautor Rafa Lorenzo, con el que intervenía muchas veces. A finales de verano le vimos en la Playa de Poniente,en Gijón donde recitó algún poema de Alfonso Camín, vestido al modo del gran poeta de Asturias, con sombrero ancho, capa oscura y cayada colgada al brazo.

El buen amigo Peltó nos dio esa alegría
: recitar y representar a Camín...
Para ambos, nuestro recuerdo...Porque más allá de aquí, no hay nada. Recordemos, pues, al viejo marino Peltó y al recio poeta de la raza Alfonso Camín, ya en el más allá.



3 comentarios:

Pelayo, nieto de Viriato dijo...

Conocí a José María Peláez Prieto, Peltó,en sus años más boyantes. Fue siempre un hombre decidido y arriesgado,en la Mar y en la Tierra.Fue, ciertamente, como dice el autor de este Blog, popular hasta dejarlo de sobra. Puede decirse que con su falta,a Gijón le quedan ya muy pocos personajes célebres, si es que le queda alguno de la ralea del fallecido Peltó.
Como Albino, lamentamos su pçerdida.

Pelayo, nieto de Viriato dijo...

Conocí a José María Peláez Prieto, Peltó,en sus años más boyantes. Fue siempre un hombre decidido y arriesgado,en la Mar y en la Tierra.Fue, ciertamente, como dice el autor de este Blog, popular hasta dejarlo de sobra. Puede decirse que con su falta,a Gijón le quedan ya muy pocos personajes célebres, si es que le queda alguno de la ralea del fallecido Peltó.
Como Albino, lamentamos su pçerdida.

bueres dijo...

Hombre entrañable y querido, incluso por los que no pensaban politicamente como él, esa era la grandeza de su persona, tenia amigos en todos los credos . Yo le acompañé muchas veces ( de fotógrafo ) a eventos de toda clase, pero me quedó la pena no haberle echo un reportaje en los lugares de su infancia y juventud, como habiamos hablado tantas veces. Ahora es tarde, pero me siento orgulloso de haberle conocido.