SANTIAGO CARRILLO Y ÁNGEL GARRALDA


Nuestro corresponsal Álvaro España, cuando lo encontramos hoy, echaba chispas. Venía con unos apuntes en la mano, que nos quería dictar para que salieran en este blog, en verso, que es lo que a él le va algunas veces. Cuando le decimos que estuvimos exentos de obligaciones una semana,nos recriminó más todavía.Una semana sin publicar no tiene perdón...Esto es, no lo tengo yo.
--Vale, hombre, pero ¿de qué va la cosa?
--De Carrillo y del cura Garralda.
--¿¡El de Avilés?!---preguntamos asustados.
--¡Como, sí! El cura de Avilés, el vasco, ¿qué pasa?
--¡Huyyyy ! Mal terreno para pisar: Por cura, por franquista, por sus mítines más que por sus homilías, por ser quien es y por no sé qué defensor a ultranza que es de la España imperial salida del 18 de julio de...
--Vale,vale. Si te apetece, ahí va lo que escribí ante lo que él escribió de Carrillo, sobre Carrillo y para Carrillo. Toma nota:

¡Ah don Santiago Carrillo,/Dios le ampare y le dé gracia,
que en España la derecha/ nada le perdona, nada...
Que es usted, según un cura/vasco de Avilés y facha,
el autor de no sé cuantos/ curas muertos en España...
¡Qué Dios lo proteja que,/ si de tal cura se trata,

usted lo verá más negro/ que el sayón de la sotana...

Usted sabe, don Santiago/ que la Iglesia es la que manda,
la que cobra y la que ordena/ y la que, si yerra, calla...
Aunque no calla, si en ello/ lleva, acusando, ganancia.
Y usted, por si no lo sabe,/ es para el cura Garralda,
de la aberración del mundo/la mayor de las desgracias.
Que eso mismo dejó escrito/hace días en su carta

publicada, que, cual siempre,/ impregnó de fobia y rabia,
que eso es cuando él escribe/lo que le sale del alma...

Eso sí, mientras bendice/ de Franco la Carta Blanca
que dio a los moros que trajo/para apoyarle en su causa...

Eso sí, y no se inhibe,/ en su iglesia cuando habla
desde el púlpito sagrado/, enarbolar, dura y alta,
la palabra mitinesca/ que a la homilía suplanta...

Y usted cayó, don Santiago,/ bajo la fobia y la saña

del cura vasco,que sigue/,cual señor de rompe y rasga,
viendo a una parte demonios/ y a otra parte, gloria y patria,
mientras sigue con hisopo/ y báculo de patriarca,
con su voz llena de ira/sobre el Sinaí de España..

Que Dios,Carrillo, le acoja/bajo su manto y su capa,
que la derecha, si puede,/y con ella Ángel Garralda,
a los infiernos le tiran / a quemar entre sus llamas ...
¡Ah, qué buen cura, que bueno/ es al autor de las cartas
que siempre llevan el sello/ y el nombre de Ángel Garralda;
pues todo lo suyo es bueno /y lo contrario es morralla...

El es de Dios emisario,/lo demás, horror y saña;

por eso bendice siempre/ al caudillo, "por la gracia
de Dios," y le dice misas/y le prodiga alabanzas...
condenando a los infiernos/ a los demás, en España.

¡Ah don Santiago Carrillo/ si le ve Ángel Garralda
tenga por seguro y fijo /que a los infiernos le manda,

pues en el cielo no caben/a no ser los de su casta ...

1 comentario:

aruca dijo...

Admiro la capacidad de Albino de hacer de un tema,cuanto menos delicado,una poesía entretenida y que rima muy bien.
Pero a mi me parece que por mucho que el cura de Avilés quiera mandar a Santiago Carrillo a los infiernos,este insigne comunista,ya no le afectan este tipo de brasas.

De todas formas mi felicitación por el tema y por la poesía.