FEDERICOS, VARIADOS Y RICOS

Es verdad que se pueden hallar, sin duda, más Federico(s) que los que aquí refiero. Pero los que cito son aquellos que, de diversos apellidos, más admiro y más valoro sus vidas y sus obras. Es verdad que hay algún Federico, que no admiro ni en obra ni en vida, pues su quehacer lo juzgo detestable en grado sumo.Así cabe citar al llamado Federico Jiménez Losantos, al que alguien, haciendo juego de conceptos ha dicho de los Demonios.Y tal vez no le falte razón. De este Federico, con la cita, sobra.


He aquí un Federico. Trillo. Simpatía a raudales,
que va contra la Ley del Tabaco y fuma la
colilla hasta quemarse los dedos.


La lista de los Federico(s) es larga y variada. Y abundante en hombres ilustres. Y algún pillo.Y no me refiero a Federico Trillo, para hacer rima con su apellido, ministro que fue en el Gobierno de Aznar, donde ambos, hoy, siguen asomando de vez en cuando sus morrillos para, como las mofetas, lanzar escupitajos. Y uno recuerda cuando Federico Trillo ha sido visto revisando los resultados de un accidente de aviación en Turquía, donde murieron varios varios militares españoles, siendo él ministro del ramo, y que ni siquiera se valía por sí mismo para llevar el paraguas...Si uno no es capaz de llevar el paraguas conque ha de cubrirse, ¿cómo puede proteger ni cubrir a los demás? Bueno, pues este Federico, es un Federico más, pero menos valioso que los demás.

FEDERICO MARTÍN BAHAMONTES

Federico Martín Bahamontes,

"El Águila de Toledo"
en plena ascensión a la gloria.
Por fortuna y para honra de otros Federico(s), distintos a los ya citados, el resto de los que aquí recuerdo, dieron lustre al nombre. Lustre, crédito y honor. vayamos al Federico más referido, en deportes, en un tiempo en España. Federico martín Bahamontes, el que tantas noches de dormir nos quitó allá por los años del 50.Todo era pasión ciclista. Diré que cuando ganó el Tour de Francia, un domingo de julio de 1959, el Gobierno, ya saben, el de la España imperial,el de Franco, el gran estadista, que decían que era, (¡!) aprovechó para decir que hasta "el propio corredor se sentía pletórico de su triunfo, como español, pues que había sido logrado el 18 de julio, tan significado para los españoles".

Sin embargo no se dijo de qué modo persiguieron a Bahamontes los distintos personajillos de las delegaciones deportivas de España. Así en Madrid, donde querían que el segundón perpetuo, Antonio Suárez, fuese el que encabezase el pelotón de los españoles. En valencia, donde Puig Esteve hacía y deshacía. quería que Bernardo Ruiz --si no Botella--fuese el líder, lo que originó no pocas trampas. Bilbao, que organizaba la Vuela a España, si no recuerdo mal por medio del "Correo Español, el Pueblo Vasco", tenía Jesús Loroño, que, sin que fuera malo del todo, nunca ofrecía la seguridad y garantía de Martín Bahamontes.

Seguramente que había otros mangoneadores y mangoneos, pues había otros corredores que también solían descollar y tener sus defensores. Quien menos tenía era Bahamontes y era, sin embargo, el que más posibilidades tenía. de modo que para que ganara el Tour francés, hubo de ser dirigido por nada menos que Fausto Coppi, campeonísimo italiano, que de ser por un español
se habría perdido el triunfo como otras veces se perdió precisamente por la ambición de intereses existentes entre los cargos y mandos españoles.
Un mérito que hay que agregarle a Bahamontes es que, a partir de él, la tramoya del ciclismo en España ha sido saneada. Pero este mérito indirecto tampoco se le ha reconocido.

FEDERICO GARCÍA LORCA
Digan lo que quieran, Federico García Lorca,
es, sobre todo, un poeta español universal.

Si Federico Martín Bahamontes fue por aquellos años el más mentado a voz en grito, otro Federico era, sin embargo, el más silenciado, por expreso deseo del sistema político imperante. Se trataba de Federico García Lorca, poeta,autor teatral y folclorista. No obstante ello, de la República Argentina llegaban algunos libros, como "El Romancero Gitano", prohibido, por supuesto, como tantas cosas estaban prohibidas en España por aquellos años. Debe decirse que, pese a tanta prohibición, se leía a Lorca -que con decir su segundo apellido ya era bastante--y se hablaba de Lorca y de aquello de "tienen, por eso no piensan, de plomo las cartucheras". Se dijo eso, que Lorca había pagado por escribir "Romance a la Guardia Civil española ", y en Granada, los falangistas, las advenedizos y los falsos amigos, hicieron lo que solían. Matar. Y a Lorca mataron, junto a un maestro republicano, Dioscoro Galindo, además de un torero, dándose la circunstancia que a día de hoy, por unos y por otros, no se sabe a ciencia cierta el lugar en que yacen los restos de unos y de otros.Al margen de que El barranco de Vízmar sea ya simbólico.

FEDERICO DE MENDIZÁBAL / FEDERICO BALART / FEDERICO CHECA, ETCÉTERA SON OTROS FEDERICO(S) QUE DIREMOS EN NUESTRO PRÓXIMO BLOG.

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