La actualidad de y en España lleva sello de alarma.Y no porque hayan caído las ventas de pisos y chalets, que tanto enriquecen a constructores y promotores, sino por la actitud que la Iglesia viene sosteniendo en eso de estar predicando y con el mazo dando, y a la que siguen quienes se alían y suman a su labor de exigir, contra toda legalidad, que su voz sea la única, mientras la de los demás, no tenga nada qué decir.Incluido el Gobierno, a quien le exigen que baile al son que ella toca. Y, si no, pues eso, que se atenga a lo que le venga, que para eso saben convocar manifestaciones multitudinarias y armar la de Dios es Cristo, revolviendo Roma con Santiago,mientras dicen que es perseguida por el laicismo deshumanizado y demoníaco.
Estamos en fechas de Declarar la renta. Incluso los trabajadores. Pero ¿declara igualmente la Iglesia? ¿Declara, con la mano en el corazón o a corazón abierto, cuánto percibe directamente del Estado, al que tanto cuestiona y por tantas cosas? ¿Y cuánto percibe por vía del 7,%, que al cardenal asturiano Martínez Camino le ha parecido justo ( y tan justo, pues que del 3.% se pasó al 7,% , resultando que la Iglesia Católica no dijo más, no fuera que se le escapara la liebre que tanto le convenía...). ¿Y cuánto percibe por medio de diversos ministerios? Y ¿cuánto por estar exenta de contribuir como el resto de los españoles? Y ¿cuánto por vía de misas, bautizos, comuniones, bodas, defunciones, fiestas, responsos, limosnas, donaciones, cobros por visitas a templos y catedrales donde cobra por la entrada? ¿Cuánto por vía de la Enseñanza Concertada? ¿Cuanto en sus colegios? ¿Cuánto por otros muchos privilegios que tiene? ¿Cuánto por sus negocios en diversas empresas, acciones en banca, emisoras y demás medios? ¿Cuánto, Señor, dilo Tú, que estas en en Cielo y tienes por tus representantes en la Tierra a este complejo entramado de intereses basado en la religión, cuya fuerza motriz está en el Vaticano, del que, ¿para qué vamos a hablar...?
Estamos en fechas de Declarar la renta. Incluso los trabajadores. Pero ¿declara igualmente la Iglesia? ¿Declara, con la mano en el corazón o a corazón abierto, cuánto percibe directamente del Estado, al que tanto cuestiona y por tantas cosas? ¿Y cuánto percibe por vía del 7,%, que al cardenal asturiano Martínez Camino le ha parecido justo ( y tan justo, pues que del 3.% se pasó al 7,% , resultando que la Iglesia Católica no dijo más, no fuera que se le escapara la liebre que tanto le convenía...). ¿Y cuánto percibe por medio de diversos ministerios? Y ¿cuánto por estar exenta de contribuir como el resto de los españoles? Y ¿cuánto por vía de misas, bautizos, comuniones, bodas, defunciones, fiestas, responsos, limosnas, donaciones, cobros por visitas a templos y catedrales donde cobra por la entrada? ¿Cuánto por vía de la Enseñanza Concertada? ¿Cuanto en sus colegios? ¿Cuánto por otros muchos privilegios que tiene? ¿Cuánto por sus negocios en diversas empresas, acciones en banca, emisoras y demás medios? ¿Cuánto, Señor, dilo Tú, que estas en en Cielo y tienes por tus representantes en la Tierra a este complejo entramado de intereses basado en la religión, cuya fuerza motriz está en el Vaticano, del que, ¿para qué vamos a hablar...?
¡Y todavía piden que en mi Declaración de la Renta ponga una cruz en la casilla que para ellos, sobre otras religiones, se ha creado...! Desde luego, que no cuenten con mi contribución, por mínima que sea, que no quiero seguir engordando a quien ya lo está excesivamente y, además, a expensas de ricos y pobres, mientras, eso sí también, aceptan de lo ateos o de los desengañados cualquier contribución que llegue, e importa poco quien ponga la cruz en la casilla de la Declaración de la Renta. Incluidos ateos. No obstante que, como dijo el arzobispo Osoro el día 29 de julio de 2005, "los ateos son menos honrados", porque "cuanta más indiferencia existe hacia Dios, menos bueno se es". ¿Es bueno --aprovechamos su aseveración- pedir por vicio? ¿O es malo quien no hace daño y es honrado ciudadano aunque no crea en Dios ni, por supuesto, en los curas?
No me pidan, pues, mi cruz
en la casilla de Hacienda,
que soy ateo a la luz
del dios que no vi en la senda,
donde sí vi componenda
de sombra negra y de Cruz,
de mano dura y capuz
y dura amenaza horrenda...
en la casilla de Hacienda,
que soy ateo a la luz
del dios que no vi en la senda,
donde sí vi componenda
de sombra negra y de Cruz,
de mano dura y capuz
y dura amenaza horrenda...
El hecho es que no sólo por lo referido cabe alarmarse, que ahí está don (según le llaman sus admiradores y sicarios) Federico Jiménez de Losantos, gran manipulador de la palabra, que para los suyos, son verdades como puñetazos, pero para quienes no le sigue y se mantienen ajenos a su oratoria, son la mayoría de las veces coces de insidias, injurias e insultos. Basta escucharle alguna vez. Recordamos cuando le hemos sentido referirse al presidente del Gobierno, que gustará o no merece, cuando menos, un respeto por ser el Presidente del Gobierno de España. Pero el tal don Federico se refería a él así: "Pero este tío, este tío quién se cree qué es. Pero este tío,¿qué piensa...?"--reiteraba una y otra vez.
Recordamos estas expresiones irrespetuosas a través de las ondas de la COPE, bastión desde el cual, siendo de la Iglesia Católica o la Conferencia Episcopal,que igual da, lanza toda clase de improperios, sin ápice de pecado, al cual tan sensible es la referida Iglesia, que ahí lo tiene, extrañamente, como oro en paño, sin darse por enterada de lo que, por boca de semejante líder de la discordia, salen más que palabras; salen mofas, burlas, agravios y ofensas, tal como dicen quienes le conocen bien y no están en su onda, como si están César Vidal o Pedro J. Ramírez, amén de otros, entre los que hay que incluir a algunos obispos, que vaya, vaya; también se las traen.
Recordamos estas expresiones irrespetuosas a través de las ondas de la COPE, bastión desde el cual, siendo de la Iglesia Católica o la Conferencia Episcopal,que igual da, lanza toda clase de improperios, sin ápice de pecado, al cual tan sensible es la referida Iglesia, que ahí lo tiene, extrañamente, como oro en paño, sin darse por enterada de lo que, por boca de semejante líder de la discordia, salen más que palabras; salen mofas, burlas, agravios y ofensas, tal como dicen quienes le conocen bien y no están en su onda, como si están César Vidal o Pedro J. Ramírez, amén de otros, entre los que hay que incluir a algunos obispos, que vaya, vaya; también se las traen.
Si, la actualidad está para alarmarse, porque, además, a poco que uno se fije en lo que ocurre en el PP, no está el horno para bollos o si está, es para que salgan chamuscados.Y no obstante ello, hay quien dice todavía que no pasa nada. Rajoy, que parece resistir, no tiene el futuro muy seguro. Él y los suyos, sembraron vientos contra el Gobierno de Zapatero, vientos infundados, sacados de la manga de la prestidigitación a fin de abatirlo, y que se han convertido en tempestades para él mismo y para otros, que, no habiendo logrado ganar en las pasadas elecciones, cada cual va por su lado en pos de mejores aires...
Claro que sí, que hay mucho más para estar alarmado, para andar con pies de plomo y para ver quién se coloca a nuestro lado, por si las moscas. Así que, viendo lo que se ve, el que no se alarma es porque, como Cristo decía, su reino no es de este mundo. AS
Claro que sí, que hay mucho más para estar alarmado, para andar con pies de plomo y para ver quién se coloca a nuestro lado, por si las moscas. Así que, viendo lo que se ve, el que no se alarma es porque, como Cristo decía, su reino no es de este mundo. AS
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