RENEGADOS ¿O NO SON RENEGADOS?




Posiblemente si leyese el libro "¿Por qué dejé de ser de izquierdas"? encontrase muchas respuestas sobre quienes, habiendo sido de izquierdas y ahora, tras vender su alma al diablo, ademas haber dejado de serlo, son furibundos y encarnizados contrarios al ideario en el que nacieron y, consecuentemente, fieles y eufóricos defensores de la derecha más nacionalista. De todos modos, tampoco estamos tratando de hacer un estudio completo sobre ellos.De sobra es sabido quiénes son. Aunque tampoco está demás pergeñar nuestro bloc, sin negar una vez más el asombro que nos causan aquellos que, en correcta semántica, deben ser referidos como renegados.

Si se tratase de miembros de la Iglesia católica, apostólica y española, serían apostatas. Pero en el orden político, son renegados. Y, al margen su ciencia, sobradamente conocidos. Porque, así como un día sintieron que su fe estaba al margen de la Iglesia, hoy son , en dos casos bien conocidos, sus mayores defensores. Por eso les llaman los predicadores de la Cope. Y ellos son Federico Jiménez Losantos y César Vidal. El primero dando la espalda a su cuna ideológica comunista y, el segundo, más o menos lo mismo, pues que, según hemos leído, en su juventud fue de alguna formación de izquierda. Hoy, si dependiera de ellos, no sólo pasaban a Pernambuco a todo lo que fue parte de su ideario, sino a otros no tan radicales.

De izquierda, procedente del Partido Socialista Obrero Español, era Rosa Diez, y ya se ve: como no alcanzó lo que sin duda pretendía, se sale de la formación, forma un partido propio, el UP y D, y ahora, con o sin razón, cuando tiene ocasión, reniega de su procedencia política, que da gusto oírla. Como los dos anteriores, ella también al renegar, parece que logra más fuerza para acosar.
Un personaje más que se juzgaba de izquierda--y así lo hizo constar él más de cuatro veces-- fue o es el sociólogo pensados Amando de Miguel, el cual también rompió su cristalera de brillante de historial de izquierdas y pasa a engrosas las filas de la derecha, y a ser uno más de los que , como quinta columna minadora, acosa con su prosa, aquello que antes fue causa de su defensa. Ahora la causa es otra.

Por supuesto, no me olvido de Pío Moa, que del mismo modo que intenta dar vuelta a la tortilla de la historia, si pudiera y dependiera de él, volvería en sentido contrario la rotación de la Tierra.
Pues este otro personaje, no es menos renegado que los anteriores, que formó parte, primero del PCE y después del PCE (Reconstituido), a lo cual no hay nada que objetar, pero si a que siendo un activista contra el franquismo, formase después en las filas defensoras del Caudillo, hasta el extremo de exculparle del delito de haber desencadenado la Guerra Civil, para endosarle la culpa al Partido Socialista. Eso, además de haber pertenecido al GRAPO, del cual y de lo que representaba, cualquiera sabe más que nosotros. Pues de ahí salió Luis Pío Moa Rodríguez, otro de los que,como renegado, hay que sumar a los anteriores.

Aparte de los citados, hay otros muchos
.Como Sánchez Dragó y como Jorge Semprún, del que no quiere decir más, pues todavía no tengo claro si es o no es de los que volvió la espalda a su pasado. De Sánchez Dragó, diga lo que se diga, lo tengo más claro.

Tan claro como tenemos aquí
en Asturias el caso de Gustavo Bueno, filósofo, del que podemos decir, como simple observador, que sus criterios, filosóficos o no, son hoy muy distintos de los de ayer.Se ve que de defender una idea de izquierda pasó a defender una de derecha. Su dar vuelta a la tortilla de sus disertaciones no me dejan pensar otra cosa, para calificarle que como los más arriba calificados: renegado.

La Iglesia, a la que le vale todo, ya tiene
creada la justificación: Arrepentidos los quiere Dios. O tal vez, como encaja bien en los filósofos y en Gustavo Bueno también,"los humanos, no pueden tropezar dos veces con la misma piedra"...porque, como los fracasos son maestros de la vida, lo mejor que cabe hacer es arrimarse al sol que más calienta...


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