Hoy lunes, 21 de julio, el periódico La Nueva España publica una entrevista al luarqués Macrino Suárez, refiriéndole como doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de París, lo que es cierto, pero --y no digo que sea a propósito ni mucho menos-- no refiere su sentimiento o ideología política, cual es la republicana. Macrino es un republicano de amplia visión humana que, en efecto,fue ministro de Economía en el Gobierno de la II República en el Exilio. No diré tanto, pero parece sospechoso que se soslayen los rasgos republicanos de determinadas personas, tal cual como cabe pensar en este caso. Y si no es así, que disculpen los medios de información, pero es que tanta coincidencia de no referir el ideario republicano, si no es sospechoso, lo parece.
Macrino Suárez fue Presidente del Ateneo Republicano de Asturias, en su fundación, cargo que ocupa ahora otro republicano de singular valía, Francisco Prendes Quirós, los cuales, a la hora de exponer criterios son únicos. La razón es la fuente alimentadora que da vida a sus palabras, que, por cierto, son en uno y en otro, certeras e indiscutibles.
Así vemos que, en la entrevista que le hace la amiga Luján Palacios, las exposiciones de Macrino como respuestas son --y debieran ser- para que el Gobierno las tenga en cuenta. Nos remitimos al reportaje referido. Y es así: "El Estado no está para ayudar a quienes se dedicaron a especular". Se refiere a los que durante años vivieron de la especulación de terrenos y viviendas. Cualquier aldeano sabe que muchas empresas constructoras, como la del "Pocero", por ejemplo, acumularon millones de euros. Y, cuando vienen mal dadas, piden que el Gobierno mitigue los problemas. Más, muchas más aseveraciones certeras hace Macrino Suárez a ese y a otros casos. De él recordamos unas manifestaciones suyas publicados en uno de sus artículos en que se refería que el Gobierno del Principado no estaba ni tenía porque estar en contribuir al propósito de crear un Museo de los Premios Príncipe de Asturias. Y no tenía porqué, entre otras razones suyas, -- y que eran indiscutibles,-- el tal Museo era una obra particular, cuando no, para dar gloria a una institución de carácter privado,e incluso monárquico. Allí, sobre el caso en cuestión, hubo otros argumentos tan sólidos como son los que, ahora, deja de manifiesto en esta entrevista que el periódico ovetense ha publicado en el día de hoy. Merece la pena que se analicen sus respuestas tanto en un caso como en otro. Y merece la pena porque ya está bien de que, como viene ocurriendo, sea el erario público el que sostenga obras privadas, sean del carácter que sean. Y ya está bien de tantos paños calientes o de sacar las castañas del fuego a quien después vaya a comérselas en privado y entre los suyos.
NOTA a tener en cuenta: Insertamos la imagen de Macrino Suárez del fotógrafo Luisma Murias, perteneciente a La Nueva España.
Macrino Suárez fue Presidente del Ateneo Republicano de Asturias, en su fundación, cargo que ocupa ahora otro republicano de singular valía, Francisco Prendes Quirós, los cuales, a la hora de exponer criterios son únicos. La razón es la fuente alimentadora que da vida a sus palabras, que, por cierto, son en uno y en otro, certeras e indiscutibles.
Así vemos que, en la entrevista que le hace la amiga Luján Palacios, las exposiciones de Macrino como respuestas son --y debieran ser- para que el Gobierno las tenga en cuenta. Nos remitimos al reportaje referido. Y es así: "El Estado no está para ayudar a quienes se dedicaron a especular". Se refiere a los que durante años vivieron de la especulación de terrenos y viviendas. Cualquier aldeano sabe que muchas empresas constructoras, como la del "Pocero", por ejemplo, acumularon millones de euros. Y, cuando vienen mal dadas, piden que el Gobierno mitigue los problemas. Más, muchas más aseveraciones certeras hace Macrino Suárez a ese y a otros casos. De él recordamos unas manifestaciones suyas publicados en uno de sus artículos en que se refería que el Gobierno del Principado no estaba ni tenía porque estar en contribuir al propósito de crear un Museo de los Premios Príncipe de Asturias. Y no tenía porqué, entre otras razones suyas, -- y que eran indiscutibles,-- el tal Museo era una obra particular, cuando no, para dar gloria a una institución de carácter privado,e incluso monárquico. Allí, sobre el caso en cuestión, hubo otros argumentos tan sólidos como son los que, ahora, deja de manifiesto en esta entrevista que el periódico ovetense ha publicado en el día de hoy. Merece la pena que se analicen sus respuestas tanto en un caso como en otro. Y merece la pena porque ya está bien de que, como viene ocurriendo, sea el erario público el que sostenga obras privadas, sean del carácter que sean. Y ya está bien de tantos paños calientes o de sacar las castañas del fuego a quien después vaya a comérselas en privado y entre los suyos.
NOTA a tener en cuenta: Insertamos la imagen de Macrino Suárez del fotógrafo Luisma Murias, perteneciente a La Nueva España.
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