UN GESTO DE RABIA, BONO


Ya estoy cansado de leer y escuchar acerca de la decisión, a instancia de un diputado del PP, que el presidente de la Cámara baja, don José Bono --personaje sorprendente, contradictorio,mitad serio y mitad no--que haya accedido a colocar una placa en el Congreso en memoria de una llamada Santa Maravillas de Jesús, franquista en su tiempo, a la que, como no podía ser de otro modo para nombrarla santa,ha hecho milagros sin cuento, faltaría más.¿Cómo sino la Iglesia la iba a elevar a los cielos? ¿Cómo sino iba a proponer el miembro del Opus Dei, Jorge Fernández Díaz, para ser honrada allí, en el Congreso, donde, por ser lo que es, debe ser total y absolutamente ajeno a credos religiosos: o todos o nadie.Pero no.Como la sombra de la Iglesia es alargada e interesada sin límites,su influencia se ha dejado ver en el propósito del diputado del PP y miembro del Opus Dei, a lo cual, extrañamente --¿ o no es extrañamente?--el socialista --¿o no es socialista?--José Bono, presidente de la Cámara de los diputados, asintió y consintió en aceptar como buena, bona,la propuesta de honrar a la llamada Santa Maravillas de Jesús...

Y por eso estoy hasta las narices. Y digo
que si el señor BBono sintiera en su fuero interno un poco de eso que suele decirse que hay que tener, cortaría por la tangente el caso y se pondría en el lugar que debe ponerse quien no tiene porqué inclinarse ni a un lado ni a otro, sino seguir la línea de la rectitud y obrar en consecuencia. Si en tal Congreso fue repudiable para Bono que un republicano honrado y víctima de la represión franquista, exhibiera una bandera tricolor, debiera entender que igualmente es repudiable --y más si es por su decisión--la colocación de una placa para recordar a una monja.
Esta es Santa Maravillas. Y maravillas hace,
pues aquí, en esta imagen, lleva su breviario
en la mano derecha...
Por toda esta serie de cosas, ¿qué cabe, pues, hacer, señor Bono? Puede ser que para usted no, pero para mí, que soy un español insignificante, que gané el pan , por demás escaso, arrancando carbón en la mina, su actitud me parece,cuando menos, fuera de sitio, propia de una sarcástica maniobra que, desde el extrarradio de la historia y de la política, me parece inoportuna e inaceptable.Impropia de su cargo y de usted y, más aún, del presidente del Congreso de los diputados, que en usted recae tal rango.
... Y aquí, ya la ven, lo lleva la mano
izquierda.Maravilla de las maravillas,
porque,además, todo es lo mismo...
y, sin embargo, diferente.
Y porque, como dicen los coyanes, que son los naturales de Sobrescobio, eso no deja de ser una coyonada, (donde no se sabe si las aguas de los ríos suben y si alguna imagen de santo es arrastrada por la corriente, hay que buscarla cauce arriba y no cauce abajo) lamento que tenga que referirme a usted así, eso sí, con todo respeto, que uno no sabe en que aguas revueltas puede verse todavía en esto del pensamiento político, aunque, si me permite, desde aquellos años de infancia sin pan, sin libros, sin techo y sin amparo, con 12 años a cuestas, ya sabíamos lo que era trabajar, machacando piedra en carreteras...Y, a caso por eso, por muy revueltas que corran las aguas del río de la vida, será muy difícil que tuerza mi sentimiento político y renuncie al color de una bandera, que tanta ilusión despertó en España en1931 y cuyo simbología a usted le soliviantó hace poco e hizo retirar de la mano de un español republicano, víctima de las adversidades e injusticia de los eufóricos vencedores de la contienda, que precisamente desencadenaron, con las bendiciones de la Iglesia, de cuyo seno o entramado, usted extrae una llamada Santa Maravillas de Jesús para que una placa la honre en el Congreso. ¿Qué me dice al respecto?
Digo que si tuviera eso que hay que tener (que no sé qué es, se lo aseguro) y sintiera el aldabonazo de la conciencia, (que tampoco sé qué es.¿Cómo lo voy a saber si no creo en casi nada) quizás en un gesto de rabia, cortase por lo sano y, como mucho, dejase las cosas como estuvieron siempre.Sin placas de santas maravillosas ni influencias de diputados del Opus Dei, que si fueran de otro modo, no serían de esa orden, de la que tanto se habla. Y no siempre para bien y gloria de todos, por supuesto.

3 comentarios:

Sempietnos dijo...

Lógico. ¿Cómo va a rendir homenaje la izquierda a una monja, que se dedicó toda su vida a hacer el bien a los demás, ayudar a los pobres y menesterosos y socorrer a los enfermos?.
A las monjas se las viola, se las quema vivas o se las fusila. Eso si.
Eso está dentro de la tradición de la izquierda desde Largo Caballero,(un asesino) o Indalecio Prieto (otro asesino, ladrón y golpista), que por cierto, gozan de significados monumentos conmemorativos de su estulticia.
Y es que no hay nada como estos pequeños detalles, nimios pero reveladores, para ver el verdadero pelaje y la calaña de los que se disfrazan bajo el talante y la sonrisa de la hiena.
No engañan a nadie.

Bedri dijo...

Comparto plenamente el artículo de Albino y como no puede ser de otro modo, llega uno de los "defensores"de los asesinos a llamar asesinos a los demás ... Nunca la historia de un país sufrió tal manipulación como nuestra propia historia bajo las garras de una derecha inhumana y antipatriota.

Dudo mucho que esa maravillosa Maravillas pudiera dedicar nada de su vida a haber el bien a los demás, cuando se la pasó provocándose dolor físico y quien sabe si provocándolo a los demás. No me parece muy de fiar una persona que nunca acudió a la escuela y en su lugar, se colgaba de una viga por el pelo.

Saludos

Albino Suárez dijo...

No podía ser de otro modo.
De nuevo con las monjitas,
las que con aguas benditas
lo arreglaban casi todo...
menos su propio acomodo,
ya que la pena, por cierto,
no era en ellas desconcierto,
que ellas fueron elegidas
por Dios para dar sus vidas.
como Jesús, en El Huerto.