Me duele la Asturias que siempre conocí y con la que hablé el bable del lugar,que al fin y al cabo era el nuestro, como propio podía ser el de otras zonas.Corrí por los caminos de la penitencia que imperaba y escuche cantares y leyendas....Pasando los años, y llegado un tiempo en que se reivindicó,no el bable, sino el asturiano, o el asturian, lo que fue muy discutido pues voces más autorizadas decían que era de creación artificial,hemos visto y leído que los seguidores de la llingua, salida de la academia, menospreciaban lo escrito hasta entonces, que lo juzgaban de chigre, de poca monta, baja calidad y desdeñable. Y había que darle más significación, más dignidad, más rango...De ahí, cabe entrever, que el bable, nuestro modo de hablar histórico,no se llamase bable sino asturiano, como el suelo, o asturián, que es parejo del castellán y ambas expresiones nacidas en la misma cuna, que tal vez fuera la misma que meció, grandones que somos, aquello de Glayar por hablar, conversar, platicar, dialogar.Por fortuna el disparate, desapareció de los diccionarios del bable. Por supuesto que no nos duelen estas cosas disparatadas,nos mejoran la salud. Ello,por lo visto, tan parco fue lo hecho en verso y prosa hasta la llegada mágica de la llingua de academia, que no tuvo, salvo dos o tres casos, amparo y compresión de los académicus lo que, históricamente, consta como literatura asturiana.Por lo cual,como aseveró Sánchez Vicente,refiriéndose al teatro, "nun hai nada que facer con elli , hay que prende-y fuéu".Uno, soslayado: otro, negado: otro más silenciado y lo que no quemado, desde luego, es para que nos duela Asturias.
Y nos duele que la canción asturiana no sea motivo de reivindicación por los seguidores del bable académicu, por ejemplo.Como nos duele que se soslaye al poeta más recio y sonoro, más grande que nació en Asturias, Alfonso Camín, grande asimismo en España y América, el cual dejó tan soberbia obra sobre Asturias que asombra que se le silencie tanto.Y los demás poetas que escribieron sobre Asturias en bable o castellano, tampoco son, al parecer,dignos de tener en cuenta . Por lo visto y entendiendo lo que ocurre sobre estas cosas, en Asturias la literatura válida es la que ha nacido de hace dos o tres décadas a esta parte. El pasado no existe, y ya se ve por parte y para quiénes.Y quiénes desean que no exista.
Y nos duele que la canción asturiana no sea motivo de reivindicación por los seguidores del bable académicu, por ejemplo.Como nos duele que se soslaye al poeta más recio y sonoro, más grande que nació en Asturias, Alfonso Camín, grande asimismo en España y América, el cual dejó tan soberbia obra sobre Asturias que asombra que se le silencie tanto.Y los demás poetas que escribieron sobre Asturias en bable o castellano, tampoco son, al parecer,dignos de tener en cuenta . Por lo visto y entendiendo lo que ocurre sobre estas cosas, en Asturias la literatura válida es la que ha nacido de hace dos o tres décadas a esta parte. El pasado no existe, y ya se ve por parte y para quiénes.Y quiénes desean que no exista.
Y pues que me duele Asturias y ya en anterior ocasión versamos sobre la, para nosotros, lamentable sentencia de Xuan Xosé Sánchez Vicente, y como sobre el caso nos llega un verso de capirote sobre el asunto, lo vamos a trascribir, en la confianza de que, como no es de academia, no vaya más allá del caso.
Xuan Xosé Sánchez Vicente,escritor,del que alguien dijo
que a más de insigne y prolijo
lo que dijo no es frecuente,
pues en párrafo insurgente,
en bable--como es lo suyo--
sentenció a muerte - concluyo-
al teatro asturianista,
al que, despreciado, insta
a muerte en la hoguera.. Arguyo:
¡Qué derroche lamentable
de académica sapiencia,
qué desdén y cuánta ciencia
contra el teatro admirable
de asturiana competencia...
Eso es:
si no es por la Academia
nada tien razón de ser
y ha de morrer, como apremia
Xuan Xosé, cuando se agremia
a prende-y fuéu pa morrer...
Si lo que dicen asturianos de primera línea, condenando a la hoguera de la Inquisición lo que siempre ha sido,cuando menos, jocoso, burlesco,y, por supuesto, asturiano, como el teatro costumbrista, no es para dolernos Asturias, es que estamos viviendo a expensas del erario público, como hacen muchos o nos hemos vuelto de yesca los sentidos y el alma,cosa que ni uno ni otro ocurre,por eso nos duele Asturias...AS
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