Pues eso parece.Hoy mismo, martes 28 de agosto de 2007, los medios de toda clase de información, advierten, anuncian y publican bien destacado, que el cardenal alemán, Joseph Ratzinger, actual papa de Roma con el nombre de Benedicto XVI, ha escrito "Jesús de Nazaret", eso sí, una vez fue aprobada la traducción por el Vaticano al castellano.Se supone que, por si en alguna errata de mala interpretación, desvirtuaba el texto que, nuevamente, sobre Cristo se ha escrito, lo que tratándose del papa no es de admitir.
Sobre el Mesías, el Salvador, el Hijo de Dios, Jesucristo,el Nazareno,Jesús el Redentor y otros muchos nombres y calificativos, ya se ha escrito tanto, de tantas maneras y con criterios tan distintos que uno, hijo al fin de nuestros primeros pecadores padres Adán y Eva,no sabe qué pensar sobre lo que, dicho ya tantas veces, se podrá decir de nuevo, como al parecer dicen que dice en "Jesús de Nazaret" Benedicto XVI, autor afortunado que, a la hora de ponerse en venta su libro ya se agotó en las librerías. Habrá nuevas ediciones y nuevos éxitos, sin duda. Lo que no es extraño, pues la vida de Jesús, por desconocida, siempre es apasionante.
Sin embargo, ahí está Giovanni Papini con su "Historia de Cristo", donde decía que "el dinero que acumulaban los templos era el estiércol del diablo",y ahí está Ernest Renán, escritor francés, a quien el papa Pío IX calificó de "blasfemo europeo" por haber escrito "Vida de Jesús", el cual Jesús, para Renán, venía a ser más hijo de hombre y mujer pecadores que de la inmaculada Virgen María que lo engendró por vía del Espíritu Santo, al cual espíritu la Iglesia de Roma pinta como una paloma.Naturalmente, quedan los Evangelios, que todos y cada cual a su manera, tratan de Jesucristo.O sea, que las versiones de la vida del de Nazaret son tantas y tan encontradas que nunca sabremos donde está la verdad de su vida. Ni siquiera en la obra de José Saramago, portugués que ha merecido el premio Nobel por su libro "El Evangelio según Jesuscristo",el cual nos parece libro de mucha consideración. Otros libros en torno a la vida de Cristo pueden hallarse leyendo a Juan Antonio Monroy, o aunque resulte condenatorio, recurriendo a"La religión al alcance de todos", libro que la Iglesia ha condenado y cuyo autor, Rogelio H. Ibarreta, demostró saber del entramado religioso más de lo que desearían que supiera.
Total, que uno que ya no está para muchos trotes ni para lecturas con excesivas notas al margen ni al pie, seguirá prefiriendo leer aquello que trate de la tenebrosa Inquisición,sobradamente conocida y amparada por el seno de la Iglesia, ( por supuesto, de otros tiempos eh, no vayan a pensar otra cosa) cuyos personajes e inquisidores, aunque no se hable de ello, dejaron bastante que desear, por no decir que escribieron las páginas más negras y horrendas que uno pueda imaginarse. Tan horrendas, que es sabido que la muerte y el crimen era la carta de presentación de sus actuaciones frecuentes.
Suponemos que de estas cosas no tratará el libro del actual papa, del que ya no voy a hablar más para no hacerle la misma campaña de publicidad que le están haciendo muchos medios españoles, seguramente que más afines que yo, que no tengo porqué serlo(AS)
Sobre el Mesías, el Salvador, el Hijo de Dios, Jesucristo,el Nazareno,Jesús el Redentor y otros muchos nombres y calificativos, ya se ha escrito tanto, de tantas maneras y con criterios tan distintos que uno, hijo al fin de nuestros primeros pecadores padres Adán y Eva,no sabe qué pensar sobre lo que, dicho ya tantas veces, se podrá decir de nuevo, como al parecer dicen que dice en "Jesús de Nazaret" Benedicto XVI, autor afortunado que, a la hora de ponerse en venta su libro ya se agotó en las librerías. Habrá nuevas ediciones y nuevos éxitos, sin duda. Lo que no es extraño, pues la vida de Jesús, por desconocida, siempre es apasionante.
Sin embargo, ahí está Giovanni Papini con su "Historia de Cristo", donde decía que "el dinero que acumulaban los templos era el estiércol del diablo",y ahí está Ernest Renán, escritor francés, a quien el papa Pío IX calificó de "blasfemo europeo" por haber escrito "Vida de Jesús", el cual Jesús, para Renán, venía a ser más hijo de hombre y mujer pecadores que de la inmaculada Virgen María que lo engendró por vía del Espíritu Santo, al cual espíritu la Iglesia de Roma pinta como una paloma.Naturalmente, quedan los Evangelios, que todos y cada cual a su manera, tratan de Jesucristo.O sea, que las versiones de la vida del de Nazaret son tantas y tan encontradas que nunca sabremos donde está la verdad de su vida. Ni siquiera en la obra de José Saramago, portugués que ha merecido el premio Nobel por su libro "El Evangelio según Jesuscristo",el cual nos parece libro de mucha consideración. Otros libros en torno a la vida de Cristo pueden hallarse leyendo a Juan Antonio Monroy, o aunque resulte condenatorio, recurriendo a"La religión al alcance de todos", libro que la Iglesia ha condenado y cuyo autor, Rogelio H. Ibarreta, demostró saber del entramado religioso más de lo que desearían que supiera.
Total, que uno que ya no está para muchos trotes ni para lecturas con excesivas notas al margen ni al pie, seguirá prefiriendo leer aquello que trate de la tenebrosa Inquisición,sobradamente conocida y amparada por el seno de la Iglesia, ( por supuesto, de otros tiempos eh, no vayan a pensar otra cosa) cuyos personajes e inquisidores, aunque no se hable de ello, dejaron bastante que desear, por no decir que escribieron las páginas más negras y horrendas que uno pueda imaginarse. Tan horrendas, que es sabido que la muerte y el crimen era la carta de presentación de sus actuaciones frecuentes.
Suponemos que de estas cosas no tratará el libro del actual papa, del que ya no voy a hablar más para no hacerle la misma campaña de publicidad que le están haciendo muchos medios españoles, seguramente que más afines que yo, que no tengo porqué serlo(AS)
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