BOTELLA, MEDIO VACÍA

Pesimistas, optimistas, alegres o preocupados, suelen ser punto de referencia en eso de la botella media llena o medio vacía, según la interpretación de cada carácter. Y el carácter de la señora del ex presidente del Gobierno don José María Aznar, "Ansar" para Bush y Josemari para los íntimos, doña Ana Botella, la de la sonrisa grata, nos ha dejado de piedra, pues ha confesado -eso se llama sinceridad-- que ella de franquista no tiene nada. (Declaración en la prensa del día 17 de octubre).

¡Jo¡ con lo que dijo ella
y aseveró, tan adusta
como el cuello de botella
que por ser estrecho, asusta.

El hecho es que la señora Botella manifestó, además, que no tendría inconveniente en censurar la dictadura, pero eso sí, los socialista-dice- deben censurar a su vez la Revolución del 34 en Asturias, que fue contra el gobierno legalmente constituido --ya ven, hasta reconoce que el Gobierno de la República era legal--, cosa que no reconocieron. O sea, que la señora Botella, segunda teniente de alcalde y concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid,no sabe que la Revolución del 34 de los mineros asturianos fue contra quienes habían anulado derechos y jornales, suprimido gastos para la cultura y la docencia y ocupaban el directorio republicano nacional: los impopulares (hoy igual serían populares, vaya usted a saber) Gil Robles y Lerroux, los que defendieron poco el sentimiento republicano y si frenaron mucho el buen propósito de la República.
De modo que, por el desliz de comparar el golpe de estado de los generales africanistas con la revolución minera, le llovieron a doña Ana Botella toda suerte de críticas, reproches y censuras. Bueno, y alguna que otra alabanza como la que puede recibir de un periodista de Oviedo que no cesa en improperios contra todo lo que le huela a socialismo, república o izquierdismo...Pero habría que leerle a doña Ana Botella la fábula conocida que sentencia lo siguiente: si el sabio no aplaudo, malo; si el necio aplaude, peor...Porque los que la aplauden, ¡válgame la Magdalena...¡ si son como el que a diario escupe saña, rencor,bilis, rabia e insidia desde su columna cotidiana.

Y uno que ayer fue minero
y supo de trabajar,
le dice que lo primero
es, señora, comprobar
que, para tal sentenciar
y comparar lo ocurrido,
debe darle otro sentido
a su modo de contar...

A lo que ha manifestado la señora Botella ha originado malestar.Y le han replicado,seguramente que con más razonamiento que el que ella, la señora Botella, ha expresado, que no tiene sentido que equipare la Revolución minera contra un Gobierno que se había salido de madre re publicana para caer en opresor de la propia República, con los golpistas militares que les importaba poco lo que resultara de su levantamiento, apoyado por toda clase de privilegiados que no querían perderlos; de ahí que la Iglesia proclamase tanta barbarie como santa cruzada,cantase himnos y levantase la mano, cara al sol y fuera quien llevase bajo palio y glorificase a diario al llamado providencial hombre al que Dios ungió de gracias...
Y pues que no fue lo mismo,Señora Botella,ni es lo mismo, y si usted, después de sus manifestaciones no quiere verse cuestionada en su palabra, ahora debe condenar el franquismo y todo lo que supuso durante casi cuarenta años.Y así demostraría que, efectivamente, no tuvo inconveniente en condenar lo que la mayoría de los españoles han condenado siempre. (AS)