BEATIFICACIONES...


Estamos asistiendo a una ofensiva religiosa contra la República, encubierta en beatificaciones y en nombre del amor y del perdón, la caridad cristiana y el martirologio sufridos por ciertos religiosos víctimas de los republicanos, los que asesinaban incluso a quienes estaban rezando por la salvación de quienes les quitaban la vida. La Iglesia, que es rica en oratoria. nos dice, parta curarse en salud, que mártires son los que mueren por la fe y con la fe. Esos son mártires.Los demás no lo son. Aunque hayan sido, en la guerra y tras ella --hablamos de la Guerra Civil de España--muchos más víctimas y mucho más torturados, perseguidos y repudiados y como es sabido, abandonados en cunetas, en pozos y en socavones. Y , como algún clérigo hizo, cuando algún familiar de estas víctimas pretendía enterrar en el cementerio los despojos del miembro de su sangre, la negativa era no solo eso, negativa, sino anatematizadora amenaza:
--¡A los infiernos¡ Que allí es donde tiene que estar. En camposanto, no.
Y qué cosa, ¿cuántos cementerios civiles fueron anexionados por los los religiosos? Conocemos alguno.Igual que se conoce cómo la Iglesia, según la época, actúa y argumenta. Los argumentos ahora, con las beatificaciones de 498 víctimas, mártires, naturalmente, son de que tiene derecho a honrar a los suyos, a los que juzga santos. que murieron por la fe y pidiendo por el perdón de sus asesinos. O rezaron poco o no ha servido de nada, pues que sepamos, hasta la fecha, cada día hay quien encrespa más el ambiente del pasado y, desde luego, los que parecen más creyentes en Dios, se oponen a la recuperación y honra de los muertos habidos del bando contrario, que se multiplicaron muchas veces a los otros muertos, siempre tan honrados y que no yacen en cunetas, simas, montes, curvas de caminos, pozos o en donde se terciara como si yacen cientos de españoles, por los cuales incluso la Iglesia no se le ve intervenir en pos de lograr una reconciliación y un reconocimiento de unos y de otros,en nombre del perdón y del amor, del que tanto habla. Y porque, según la doctrina de nuestra infancia, "todos somos hijos de Dios". Pues, entonces, ¿ por qué se marcan tantas diferencias, estando unos en gracia de Dios y otros no?
La historia podría seguir, pero estamos seguros que no íbamos a estar de acuerdo en nada.Por lo cual, vaya un VIVA que viene en verso, finalizando así nuestra aportación de hoy.
V I V A
Viva la Iglesia bendita
y el clero todo. Y los santos.
Y la Inquisición. Y tantos
que la evitaron proscrita
pero no llena de espantos...

Viva el ropaje severo
de los curas,viva el clero
(otra vez). Viva Belén
donde nació no sé quién,
hijo al parecer de Dios;
viva Jesucristo en pos
de bienes que no se ven...
pero que dicen que son
del cielo y de Dios el bien
y del hombre salvación...

¡Ay, señor, viva también,
si a bien lo tiene, el perdón
y algo menos de la unción
que se vierte sobre quien
me condenó al paredón...

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