Pues eso, tras las elecciones celebradas el pasado domingo, 9 de marzo, cuyos resultados no fueron plenamente satisfactorios para nadie, aunque perezca que sí, pero no, cabría mucha divagación y mucha y variada interpretación. De todos modos todos hubieran preferido resultados más contundentes.
El PSOE hubiera deseado ganar por mayoría absoluta.Lógico.
El PP hubiera deseado triunfar por encima del PSOE, que era su máxima ambición. Y sigue siendo.
En cualquiera de los casos, ambos partidos subieron en escaños y número de votantes.
Pero hubieran querido, además de ganar, otro resultado sobre todo,el PSOE, para demostrar que lo que hizo lo hizo bien y, el PP, para dejar de estar detrás, chupando rueda, amén de verse cuestionado por otros, que son más que los suyos, que esos no lo cuestionan.
Izquierda Unida, naturalmente, hubiera querido otro resultado, que el obtenido la ha dejado prácticamente fuera de combate. Su coordinador, por lo menos, dicen que ya ha depuesto su cargo.
Rosa Diez, ha obtenido -seguramente- mejor resultado del esperado.
Los partidos regionalistas,quien más y quien menos, perdieron votantes, seguramente en favor de los dos partidos mayores.
Así todo, en el PP, que subieron en votos y escaños, la victoria las ha resultado amarga, porque, sobre todo, su propósito era auparse por encima del Partido Socialista.Esa hubiera sido su verdadera victoria. Y hubiera sido su gloria.Por España a la que tanto mencionan y por la que tanto se sacrifican. Y por la que tanto acusan a sus adversarios...
El Partido Socialista subió igualmente. Un millón de votantes más que el de las dos ppes.Y más escaños. y otros cuatro años rigiendo España. Y el PP,con la aquiescencia de la Conferencia Episcopal, intentando imponer sus razones, sus argumentos, sus criterios, sus deseos, cosa que no logran, porque el Zapatero de los demonios que tanto les ha aguado la fiesta, no se aviene a sus santas voluntades.
La celebración de las elecciones fue, con el resultado habido, de gran fiesta en torno al domicilio social de los llamados genoveses, mientras que sus contrarios, que sí fueron más vencedores, no lanzaron tan alto las campanas al vuelo --o a voleo.Hay más mesura.
Y, para final. Se echaron de menos, al final del escrutinio y entre los pepistas o pepeistas a la que dicen que suplirá a Rajoy, Esperanza Victoria, digo, Aguirre, ni se ha visto tampoco a Gallardón, al que dicen que posterga la plana mayor del PP. Eso no lo sabemos. Lo que sabemos es que no estaba allí, a la vista, celebrando y vitoreando, como tantos, a Rajoy presidente.
En resumen, estos cuatro años que vienen ¿serán menos crispados que los que acaban de irse? ¿Seguirán diciendo que Zapatero agrede a las víctimas ? ¿Seguirá mintiendo tan hipócritamente el llamado Alcaraz? ¿O veremos una legislatura sin tanta maledicencia y crispación como se ha padecido, siempre con España en la boca, estos cuatro años pasados?.
Confiemos en que haya paz aunque no siempre haya gloria.
El PSOE hubiera deseado ganar por mayoría absoluta.Lógico.
El PP hubiera deseado triunfar por encima del PSOE, que era su máxima ambición. Y sigue siendo.
En cualquiera de los casos, ambos partidos subieron en escaños y número de votantes.
Pero hubieran querido, además de ganar, otro resultado sobre todo,el PSOE, para demostrar que lo que hizo lo hizo bien y, el PP, para dejar de estar detrás, chupando rueda, amén de verse cuestionado por otros, que son más que los suyos, que esos no lo cuestionan.
Izquierda Unida, naturalmente, hubiera querido otro resultado, que el obtenido la ha dejado prácticamente fuera de combate. Su coordinador, por lo menos, dicen que ya ha depuesto su cargo.
Rosa Diez, ha obtenido -seguramente- mejor resultado del esperado.
Los partidos regionalistas,quien más y quien menos, perdieron votantes, seguramente en favor de los dos partidos mayores.
Así todo, en el PP, que subieron en votos y escaños, la victoria las ha resultado amarga, porque, sobre todo, su propósito era auparse por encima del Partido Socialista.Esa hubiera sido su verdadera victoria. Y hubiera sido su gloria.Por España a la que tanto mencionan y por la que tanto se sacrifican. Y por la que tanto acusan a sus adversarios...
El Partido Socialista subió igualmente. Un millón de votantes más que el de las dos ppes.Y más escaños. y otros cuatro años rigiendo España. Y el PP,con la aquiescencia de la Conferencia Episcopal, intentando imponer sus razones, sus argumentos, sus criterios, sus deseos, cosa que no logran, porque el Zapatero de los demonios que tanto les ha aguado la fiesta, no se aviene a sus santas voluntades.
La celebración de las elecciones fue, con el resultado habido, de gran fiesta en torno al domicilio social de los llamados genoveses, mientras que sus contrarios, que sí fueron más vencedores, no lanzaron tan alto las campanas al vuelo --o a voleo.Hay más mesura.
Y, para final. Se echaron de menos, al final del escrutinio y entre los pepistas o pepeistas a la que dicen que suplirá a Rajoy, Esperanza Victoria, digo, Aguirre, ni se ha visto tampoco a Gallardón, al que dicen que posterga la plana mayor del PP. Eso no lo sabemos. Lo que sabemos es que no estaba allí, a la vista, celebrando y vitoreando, como tantos, a Rajoy presidente.
En resumen, estos cuatro años que vienen ¿serán menos crispados que los que acaban de irse? ¿Seguirán diciendo que Zapatero agrede a las víctimas ? ¿Seguirá mintiendo tan hipócritamente el llamado Alcaraz? ¿O veremos una legislatura sin tanta maledicencia y crispación como se ha padecido, siempre con España en la boca, estos cuatro años pasados?.
Confiemos en que haya paz aunque no siempre haya gloria.
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