Porque estamos asistiendo a una serie de huelgas en las que están implicados algunos organismos, en otro tiempo intocables y más o menos oficiales, retrotraemos de aquellos años de finales de la década del 50 y principios del 60, cuando los minero
s, forzados por la precariedad de sus raquíticos ingresos laborales, estaban en huela y era frecuente escuchar a funcionarios de determinados organismos preguntarse y preguntar "¿que quieren los mineros ahora"?.Y asimismo lo preguntaba la prensa. Bien es verdad que la minería en huelga contaba con la solidaridad, sentimental más que efectiva, de algunos departamentos; pero quién llevaba los palos eran los mineros; quiénes eran desterrados eran los mineros; quiénes eran destinados a la mili, eran los mozos mineros y quien sufría cárcel y despidos, eran los mineros.
¿Estaban, por ejemplo, los funcionarios de juzgados, que ahora están en protesta, mejor pagados entonces que ahora?
No es por nada, es que he sentido decir al primo de Rajoy que mucha gente que hoy se pone en huelga, en tiempos de Franco no se ponían ni en broma. A lo más, cuando había algunas manifestaciones, eran las que se organizaban para ir a Madrid en autocares, con un bocadillo, a expensas del erario público, a aplaudir al Caudillo. Después, retornaban a sus lugares de trabajo, que para eso eran organismos oficiales, señores que a buen seguro no pensarían entonces que, al llegar la Democracia, iban a ponerse frente al Gobierno --es un suponer-- pidiendo mejores ingresos y equiparación económica con otros estamentos. Claro que, hay una diferencia.En aquellos tiempos posiblemente eran "enchufados" y había que mirar por el puesto, y los que hay ahora en tales organismos, igual lograron la plaza en fuertes y reñidas oposiciones, lo cual da derecho a exigir las mejoras que se juzguen necesarias para vivir como Dios manda, que hoy es hoy y ayer fue ayer.
Digamos que la mera cita de los funcionarios de Juzgados es eso, una simple cita ante lo que se viene dando actualmente, que nada tiene que ver con la realidad y es una coincidencia de lo que ocurre con lo que aquí dejamos pergeñado. O sea,una coincidencia que nos exime de buscar parangón entre los mineros de ayer, que apenas ganaban para el pan diario y los funcionarios de hoy que piden -ya puestos a pedir- que les aumenten el tiempo para salir a tomar un café varias veces al día si es que les apetece varias veces al día.
Y, naturalmente, que no se les juzgue inicuamente, ni se diga que la burocracia, que cada día aumenta más, es una rémora o cosa parecida. Nada de eso.
Oiga, lo que quiera usted; pero esos que están de huelga¿se pondrían si fuera Franco quien gobernase en España, como gobernaba cuando desterraba a los mineros, los encarcelaba o los despedía...?
s, forzados por la precariedad de sus raquíticos ingresos laborales, estaban en huela y era frecuente escuchar a funcionarios de determinados organismos preguntarse y preguntar "¿que quieren los mineros ahora"?.Y asimismo lo preguntaba la prensa. Bien es verdad que la minería en huelga contaba con la solidaridad, sentimental más que efectiva, de algunos departamentos; pero quién llevaba los palos eran los mineros; quiénes eran desterrados eran los mineros; quiénes eran destinados a la mili, eran los mozos mineros y quien sufría cárcel y despidos, eran los mineros.¿Estaban, por ejemplo, los funcionarios de juzgados, que ahora están en protesta, mejor pagados entonces que ahora?
No es por nada, es que he sentido decir al primo de Rajoy que mucha gente que hoy se pone en huelga, en tiempos de Franco no se ponían ni en broma. A lo más, cuando había algunas manifestaciones, eran las que se organizaban para ir a Madrid en autocares, con un bocadillo, a expensas del erario público, a aplaudir al Caudillo. Después, retornaban a sus lugares de trabajo, que para eso eran organismos oficiales, señores que a buen seguro no pensarían entonces que, al llegar la Democracia, iban a ponerse frente al Gobierno --es un suponer-- pidiendo mejores ingresos y equiparación económica con otros estamentos. Claro que, hay una diferencia.En aquellos tiempos posiblemente eran "enchufados" y había que mirar por el puesto, y los que hay ahora en tales organismos, igual lograron la plaza en fuertes y reñidas oposiciones, lo cual da derecho a exigir las mejoras que se juzguen necesarias para vivir como Dios manda, que hoy es hoy y ayer fue ayer.
Digamos que la mera cita de los funcionarios de Juzgados es eso, una simple cita ante lo que se viene dando actualmente, que nada tiene que ver con la realidad y es una coincidencia de lo que ocurre con lo que aquí dejamos pergeñado. O sea,una coincidencia que nos exime de buscar parangón entre los mineros de ayer, que apenas ganaban para el pan diario y los funcionarios de hoy que piden -ya puestos a pedir- que les aumenten el tiempo para salir a tomar un café varias veces al día si es que les apetece varias veces al día.
Y, naturalmente, que no se les juzgue inicuamente, ni se diga que la burocracia, que cada día aumenta más, es una rémora o cosa parecida. Nada de eso.
Oiga, lo que quiera usted; pero esos que están de huelga¿se pondrían si fuera Franco quien gobernase en España, como gobernaba cuando desterraba a los mineros, los encarcelaba o los despedía...?
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