Al otro día de jugarse la lotería llamada de Navidad, suelen decir aquellos no agraciados, "que haya salud"y que para "otra vez será", que es una forma poco sincera de aceptar, a regañadientes, la vuelta de espalda de la diosa Fortuna , que ella sabrá porqué premia aquí y niega más allá.Por eso suele llamarse al día 23 de diciembre el "día de la salud", por aquello de que los no agraciados,resignadamente, se conforman -¡qué remedio¡- con que no falte la salud para seguir trabajando y esperar a que llegue otro año, a ver qué resulta en el nuevo sorteo navideño. Lo malo es que los años pasan...
Recordamos a los viejos filósofos aldeanos de mis años infantiles cuando decían que no hay mayor fortuna que la salud. Que para qué se quiere el dinero, si falta la salud, que el dinero no hace la felicidad...hasta que llegó el filósofo materialista y argumentó que sí, que el dinero no hace la felicidad, pero ayuda a ello. Mientras que otros, igualmente materialistas, argüían que no hay como lo poco siendo bastante; porque, donde hay dinero, hay ambición, de modo que Guivanni Papini argumentó que el dinero es el estiércol del diablo, mientras la Iglesia, siguiendo el aserto bíblico, provecha lo que dicen que dijo Cristo y pide a quien quiera entrar en su seno, que se desposea de sus bienes y riquezas, y la siga...
Otros refranes, asertos, máximas o proverbios llegados de la religión dicen que "Dad para que se os dea", que en la olla de San Francisco, donde comen cuatro, comen cinco, de ahí que llegada la hora de comer, siempre un fraile suele aparecer...
Lo cierto es que, este pasado 22 de diciembre, la lotería de Navidad se ha portado pródigamente con Asturias. Varias localidades de nuestra región se vieron agraciadas con el primer premio, lo que no deja de ser una suerte para los afortunados, que lo celebran con champán y siempre a grito pelado, bañándose con las burbujas de cava, que si fueran con las burbujas de sidra "El Gaitero", ya sería distinto, pero se bañan con cava, con lo cual, empieza a irse el dinero que llegó por vía de la lotería, a otras regiones, que ya nos llevan bastante con la serie de bancos que tienen establecidos aquí, los cuales, tengan el nombre que tengan, no hacen más que gestionar pensiones, y mover cifras que, al final, nunca redundan en inversiones en Asturias, sino en las regiones en que tienen sus domicilios sociales. O sea, ya sabe dónde. Por eso, tras haber tocado la lotería de Navidad en Asturias, andaban los de los bancos locos detrás de los agraciados, ofreciéndoles altas comisiones, amén de premios extras, como caros coches...
Es decir, que de pobre a rico, se va mal, pero de rico a riquísimo, se va mucho mejor. Y esto es así.Uno que no tiene donde caerse muerto, no le dan ni una limosna siquiera; pero si le hubiese tocada un montón de millones, le darían, además, altas rentabilidades y le brindarían formar parte del accionariado de la entidad y le tendrían cubierto, sino con el vellocino de oro, sí con el oro del vellocino. Por lo cual, no es extraño que todo bicho viviente anda loco tras la lotería, las quinielas, las bonolotos, las primitivas, los pro-ciegos y la leche bendita...
Y, oiga, que quiere qué le diga? Que yo soy de los que dicen que haya salud.¡Salud!Y Paz. .AS
Recordamos a los viejos filósofos aldeanos de mis años infantiles cuando decían que no hay mayor fortuna que la salud. Que para qué se quiere el dinero, si falta la salud, que el dinero no hace la felicidad...hasta que llegó el filósofo materialista y argumentó que sí, que el dinero no hace la felicidad, pero ayuda a ello. Mientras que otros, igualmente materialistas, argüían que no hay como lo poco siendo bastante; porque, donde hay dinero, hay ambición, de modo que Guivanni Papini argumentó que el dinero es el estiércol del diablo, mientras la Iglesia, siguiendo el aserto bíblico, provecha lo que dicen que dijo Cristo y pide a quien quiera entrar en su seno, que se desposea de sus bienes y riquezas, y la siga...
Otros refranes, asertos, máximas o proverbios llegados de la religión dicen que "Dad para que se os dea", que en la olla de San Francisco, donde comen cuatro, comen cinco, de ahí que llegada la hora de comer, siempre un fraile suele aparecer...
Lo cierto es que, este pasado 22 de diciembre, la lotería de Navidad se ha portado pródigamente con Asturias. Varias localidades de nuestra región se vieron agraciadas con el primer premio, lo que no deja de ser una suerte para los afortunados, que lo celebran con champán y siempre a grito pelado, bañándose con las burbujas de cava, que si fueran con las burbujas de sidra "El Gaitero", ya sería distinto, pero se bañan con cava, con lo cual, empieza a irse el dinero que llegó por vía de la lotería, a otras regiones, que ya nos llevan bastante con la serie de bancos que tienen establecidos aquí, los cuales, tengan el nombre que tengan, no hacen más que gestionar pensiones, y mover cifras que, al final, nunca redundan en inversiones en Asturias, sino en las regiones en que tienen sus domicilios sociales. O sea, ya sabe dónde. Por eso, tras haber tocado la lotería de Navidad en Asturias, andaban los de los bancos locos detrás de los agraciados, ofreciéndoles altas comisiones, amén de premios extras, como caros coches...
Es decir, que de pobre a rico, se va mal, pero de rico a riquísimo, se va mucho mejor. Y esto es así.Uno que no tiene donde caerse muerto, no le dan ni una limosna siquiera; pero si le hubiese tocada un montón de millones, le darían, además, altas rentabilidades y le brindarían formar parte del accionariado de la entidad y le tendrían cubierto, sino con el vellocino de oro, sí con el oro del vellocino. Por lo cual, no es extraño que todo bicho viviente anda loco tras la lotería, las quinielas, las bonolotos, las primitivas, los pro-ciegos y la leche bendita...
Y, oiga, que quiere qué le diga? Que yo soy de los que dicen que haya salud.¡Salud!Y Paz. .AS
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