NO LO ENTIENDO

• ¿Hay algún código establecido, público o secreto, moral o no, que obligue a guardar silencio informativo y a no decir la verdad, todo la verdad, sobre el origen de las personas que, a menudo, se ven envueltas en sucesos de variada índole...

Por ejemplo, cuando se logran detener a atracadores, ¿ por qué no se dice de dónde son? En la excesiva consecuencia de niños abandonados, ¿ por qué no se señala el origen de la madre? En esas abundantes peleas de familias o clanes, ¿ por qué no se dice de qué etnia son? En los asaltos violentos a domicilios, de día o a horas nocturnas, cuyos asaltantes son crueles y despiadados, ¿ por qué no se dice de dónde son? Las preguntas podrían hacerse ilimitadamente. Porque, de un tiempo a esta parte, España viene siendo escenario de toda clase de desafueros. No es que nuestro país sea un dechado de virtudes, pero es cierto que, de un tiempo a esta parte, abundan toda clase de delitos que, la mayoría de las veces son originados por gentes que puede y debe señalarse de qué lugares son o razas ...y que sabido es que no son españoles, pero no se dice ¿ por qué? Tema espinoso, pero vivo y que debe tomarse en serio para que, ante la proliferación de indeseables, el Gobierno y la Policía, el Poder Judicial, los diputados y los congresistas y,en fin, quien tenga algo que tocar, tome en serio a tan abundante población que está apabullando la vida cotidiana de nuestros pueblos, en donde la gente, a menudo, teme salir a la calle ante la proliferación de quienes no respetan nada ni a nadie, empezando por la mendicidad, que ya constituye una mafia y una peste pública. España, igual que otros países serios, debe cortar por lo sano y dejarse de actitudes morales y expulsar a quienes, a la primera de cambio, violenten la convivencia establecida y necesaria.