Me apasionan las viejas imágenes gráficas de mi tierra. Fotografías de grupos de mineros, donde los niños desarrapados, desnutridos y de escasos años ya estaban "trepando", con la miseria en torno, para ver de conseguir un un trozo de pan; secuencias, como las captadas allá a primeros del siglo XX por Modesto Montoto, en que reflejaban la vida que entonces envolvía la existencia de las gentes rurales, que bien mirado, eran hasta las villas mayores de nuestros concejos. Aquellas imágenes representan la historia trágica, cuya presencia silenciosa sin embargo refiere de qué modo y manera era la vida entonces.
Entonces, en efecto, cuando Palacio Valdés describe su historia en torno a Aldea perdida, cuyos aldeanos eran felices, pero a buen segura lo eran porque no conocían otras cosas. No obstante, no es esta la causa de nuestra admiración por las viejas imágenes de años ha, sino admirar y valorar el gran cambio habido desde entonces, tanto en indumentaria como en formas de vivir.Eso sí, aceptando que eran tiempos de mayor respeto, trato y consideración de unos con otros.Y la vida menos agitada que ahora. Menos convulsa y más sosegada. Con más religión y menos libertad. Con más supeditación a los demás y menos opción a saltarse las obligaciones, como ahora, a la torera. O a lo que sea.
De aquellas viejas imágenes, escasas, se cuentan, lamentamos una carencia en la mayoría de los casos: que no tengan ni datos ni referencias para conocer sus pormenores. Porque, por lo demás, son reflejos de un pasado que tienen mucho de entrañables y de historia silenciada. Solo habla por ellas la voz apagada del sepia que las envuelve. O la sensibilidad de quien las vea y logre, a través de su emoción, darles eco y efecto.
Hablamos de viejas imágenes , refiriéndonos allá a comienzos del siglo pasado...Sin embargo, Valentín Vega nos ha legado algunas captadas en la década del 40 al 50 que muestran que la España grande y libre no lo era para quien, como vemos una madre que llora su drama abrazada al hijo, como ella, hambriento, en una acera de La Felguera, sin más consuelo que esperar que, al otro día, pueda ver la luz del sol...
Entonces, en efecto, cuando Palacio Valdés describe su historia en torno a Aldea perdida, cuyos aldeanos eran felices, pero a buen segura lo eran porque no conocían otras cosas. No obstante, no es esta la causa de nuestra admiración por las viejas imágenes de años ha, sino admirar y valorar el gran cambio habido desde entonces, tanto en indumentaria como en formas de vivir.Eso sí, aceptando que eran tiempos de mayor respeto, trato y consideración de unos con otros.Y la vida menos agitada que ahora. Menos convulsa y más sosegada. Con más religión y menos libertad. Con más supeditación a los demás y menos opción a saltarse las obligaciones, como ahora, a la torera. O a lo que sea.
De aquellas viejas imágenes, escasas, se cuentan, lamentamos una carencia en la mayoría de los casos: que no tengan ni datos ni referencias para conocer sus pormenores. Porque, por lo demás, son reflejos de un pasado que tienen mucho de entrañables y de historia silenciada. Solo habla por ellas la voz apagada del sepia que las envuelve. O la sensibilidad de quien las vea y logre, a través de su emoción, darles eco y efecto.
Hablamos de viejas imágenes , refiriéndonos allá a comienzos del siglo pasado...Sin embargo, Valentín Vega nos ha legado algunas captadas en la década del 40 al 50 que muestran que la España grande y libre no lo era para quien, como vemos una madre que llora su drama abrazada al hijo, como ella, hambriento, en una acera de La Felguera, sin más consuelo que esperar que, al otro día, pueda ver la luz del sol...
3 comentarios:
Querido Albino:
Escapa a mi comprensión que no tengas un solo comentario en tu blog. De pronto la gente sólo quiere que le hablen de estupideces sentimentaloides y que les confirmen que la vida es una nube rosada. Me gustó mucho lo que leí hasta ahora y prometo leer todo de pe a pa, aunque lo local sea muy importante en tus posteos y yo esté en el otro extremo del mundo.
desde Uruguay,
Santiago
Pues,amigo mío, ya ves
que no tengo comentarios...
tal vez por ir al revés
de los demás esteparios...
Esto es,que no hay contrarios
que me pongan al revés,
como a los trapos diarios..
Saludos, amigo, pues,
por encima de adversarios.
Albino
Pues,amigo mío, ya ves
que no tengo comentarios...
tal vez por ir al revés
de los demás esteparios...
Esto es,que no hay contrarios
que me pongan al revés,
como a los trapos diarios..
Saludos, amigo, pues,
por encima de adversarios.
Albino
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