VIVA OTRA VEZ...

Asombra y, por asombrar, causa espanto unas veces y, otras , hilaridad al leer a cierto señor que, en aras y alas de su fe religiosa, no cesa de salir, como Don quijote, al paso de cualquiera que le parezca que cruza los límites de su jurisdicción: don Quijote exigiendo tributo en el llamado Paso Honroso y este sujeto esgrimiendo toda clase de argumentos y argucias literarias en defensa de la Santa Madre Iglesia Católica y Apostólica y Romana, sin mácula de mancha, por supuesto,víctima mayor de la cruenta lucha que fue la guerra civil de España a la que bendijo y justificó como Cruzada, cosa que, como cruzada lo ve así este periodista recalcitrante, que no ve en cambio que la Iglesia tenga culpa en nada ni de nada,eso sí, como justificación dice que pudo haber algunos excesos --¿por qué no dice cuáles?--pero de ahí a pedir perdón,no es de recibo.La Iglesia ha sido víctima y no causa de víctimas...Y así, lo demás. Y un día y otro día,en tierra, mar y aire,como el que había sido ungido por la Gracia de Dios elegido providencial y salvador, además de la Patria, de la Fe y de las virtudes de la cristiandad, dones que otorga la Iglesia y, naturalmente, defiende este señor referido, que no cesa ni descansa en su temática reivindicativa de recuperar el paraíso soñado, mientras, eso sí, niega toda virtud, valor, decencia y honra a los demás.Los buenos son los buenos y se acabó el quinqué. Esto es, lo que él dice es la verdad; lo que digan los demás, mentira y, además, calumnia y claro está, apostasía,y, como buen creyente que debe ser, entenderá que deben ser-- suponemos --motivo de confesión, donde el secreto de la misma "jamas será revelado", pero, ¡ay¡ , cuántos fueron encarcelados y muertos después de haber confesado...Así que, diga lo que diga este señor,que salva uno y condeno otro, o pasmo y asombro causa o hilaridad y repudio.Amén de causar curiosidad tanta letanía en nombre de Dios...

¡Viva la fauna marina¡

¡Viva el bardo Baudelaire¡
Viva el hombre de la mina
y los que viven del aire...¡

Y viva ese periodista
que a diario nos invade

con su defensa ultraísta
de la Iglesia y, si cabe,
acusando, duro y grave,
a la República toda...
¡Viva la fe que se acoda
sobre la mentira alabe
de tal autor de la oda..¡