GANARSE LA VIDA EN LA CALLE


Uno no gana para sustos. El de nombre Manuel Pizarro, sobradamente conocido desde los tiempos de Adán, digo de Aznar, presidente de Endesa, beneficiado con un montón de millones, fichaje como novedad por Rajoy para ministro de Economía, caso de ganar en las próximas elecciones, viene ahora diciendo que "a él no le queda más remedio que ponerse en la piel del ciudadano de a pie, porque lleva en la calle mucho tiempo buscándose la vida y sé-dice- (¿lo sabe?) lo duro que es". Así de contundente lo contó en un periódico afín madrileño.
El tal Pizarro no sabe lo que es buscarse la vida en la calle. Miente, por tanto.Desfigura la realidad. La ignora. En la calle no llegan los millones como a él le llegaron de carambola por los negocios en que haya estado o haya tenido, que en este terreno no entramos.
En la calle, señor Pizarro, no se atropan los millones como usted los ha atropado y, para su bien, disfruta y cuenta. No nos insulte a los que sí hemos vivido de la calle y a los que viven de y en la calle. Esa aseveración es tan falsa como la que ha manifestado tras el debate con Pedro Solbes que le fue--así consta en un periódico madrileño--favorable a usted. ¡Vaya con ese cuanto otra parte, hombre!
Al respecto de decir lo que no es, se podría decir mucho, pues llevamos cuatro años escuchando mentiras y mas mentiras a los suyos. Y ahora viene conque usted, como Rajoy defiende y se pone en la piel de los currantes. La desvergüenza no tiene límites. Con ello no vamos a seguir, no obstante. Si me permite le diré que menda sí vivió en la calle buscándose la vida. Le diré que, además de trabajar en la mina en el tajo arrancando mineral hullero, tras ello me dediqué como cobrador de recibos a patear calles y a subir y bajar pisos muchos años. Y, después de 25 en la mina, (al margen la enfermedad profesional) seguí subiendo pisos, cientos, miles de escaleras, como vendedor de libros, de puerta en puerta, día a día, durante otros 25 años, y, a la vez, escribiendo, publicando algunas cosas, y hoy, con más de 75 años, sigo trabajando, sino subiendo y bajando pisos como hice muchos años y pateando las calles, si en otros trabajos de los que usted--pienso yo-- no sabe nada: pico y pala. O sí, tal vez sepa de pico, que es labia, pero no el pico de abrir surcos y cavar zanjas...
Y eso si es y ha sido buscarse la vida en la calle y, pese a ello,¿que quiere que le diga? Si bien es verdad que no me quejo, porque tampoco aspiro a riquezas, no he logrado fortuna que valga, ni millones como usted, que también se ha buscado la vida en la calle, en la que tantos se la buscan y, por lo que parece, nadie le ha hecho sombra a usted, que se ha convertido,"buscándose la vida en la calle",digo, en el Rey Midas, se ve envuelto y rodeado de millones, mientras los demás,los currantes de verdad, la mayoría no tiene dónde caerse muertos. ¿Como se ha arreglado usted, señor Pizarro, para buscarse la vida en la calle y acabar como acabó, con la ristra de millones que tiene? ¿Dé la receta, por favor! Ayude a los que sí se buscan la vida en la calle...
¡Y, por favor, no me diga que votando al partido del ave carroñera, podemos acabar todos como usted, llenos de millones.Que eso ya sabe que no es así.
Verá, aquí, en Asturias conocemos a un miembro del partido de las dos pes, que tiene varios pisos y algunos bajos comerciales--según lo leído--en Oviedo, donde el precio se las trae; el cual manifestó en su día que lo había conseguido ahorrando,viviendo sin grandes alardes, no malversando...¿que le parece?. Negociando, puede ser, pero ahorrando, que cuente esa historia a otros. Igual que usted, que también debe contar su leyenda a otros o a sus afines, que tal vez le crean, que nosotros no.
De modo que, ahora que tan cerca dicen estar de nosotros, los currantes, no me venga con cuentos ni letanías misericordiosas, que no cuelan. Y no me venga, tampoco, con que son más buenos que los demás, que tampoco cuela.Digan por lo menos, que sería lo honroso, que son lo que son y defienden lo que defienden, igual que nosotros le decimos que no, que no comulgamos con ruedas de molino, ni le vamos a votar por más que se empeñen en tergiversar la verdad, poniendo cara de buenos y basculando las maldades todas contra los demás, que los demás podrán tener sus defectos, pero -por lo menos hablando- son más honestos que ustedes.Y, desde luego, mienten mucho menos. Y ustedes, en interminable procesión, uno tras otro no paran de mentir, tergiversar los hechos a inventar disparates. Como por ejemplo, ganar decenas de millones buscándose la vida en la calle...Dígame cómo, ande. (AS)

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