A VER SI ME LO EXPLICAN

Acá, allá y acullá surgen cronistas, articulistas, periodistas y otros que, en sus disertaciones, como dejan escrito, muestran su extrañeza cuando tratan sobre aquellos que censuran a la Iglesia por su actitud tan alejada del amor que preconiza, de la caridad de que habla y de la concordia de que presume, y como eso no lo aceptan, exclaman, que sólo faltaba que la Iglesia no pudiese hablar ni manifestarse, ni -como viene haciendo- revolver Roma con Santiago, que tiene todo el derecho a hacerlo,que la ampara la Constitución y, dirán algunos, la providencia divina.
Es decir, que contra criterios que entienden que la Iglesia no debiera actuar como lo viene haciendo actualmente en España, sus defensores llamados seglares, ya que no clérigos, levantan la voz escandalizados y lanzan sus anatemas hiperbólicas, condenando a quienes osan dudar de los derechos del clero, que son tan dignos como los de cualquier otro...
Pues yo creo que no, fíjate tú. Creo que no porque cualquier otro no vive a expensas del erario del Estado y la Iglesia sí, que además, vive a cuerpo de rey: logra incontables partidas de dinero del Estado y cualquier otro no; dispone de bienes patrimoniales cuantiosos, que no tributan y, encima, cobra rentas, y cualquier otro no; mantienen intocables privilegios, y cualquier otro no;
se permiten disponer de toda clase de medios de publicidad, como la COPE, que, para más escarnio, degrada, insulta y desprestigia al Estado, y cualquier otro no; la Iglesia o Episcopado, está exenta de impuestos, y cualquier otro no; en sus templos, cuyos sacerdotes tienen su jornal garantizado por y de los presupuestos del Estado, sacan dinero de múltiples maneras de sobra conocidas y cualquier otro no; de sus colegios subvencionado y concertados, la enseñanza no es gratuita; cobran y, en este aspecto, cualquier otro no; en cuestión de accesos a organismos, despachos y otros, tienen puerta franca, y otros no; a la hora de ser creídos, los hábitos son antes que otros, que no lo son...
Por lo cual, la Iglesia actúa inapropiada y fuera de lógica. No es lo mismo su entramado que habla de misericordia, concordia y comprensión, que la vida de un ciudadano simple y llano, que además vive de su trabajo y que no muerde tanto como la Iglesia la mano que le da el pan .
Así, pues, fíjate tú. Yo creo que, además de todo eso, subyace una innegable hipocresía que, mientras habla de amor y caridad, te está haciendo mintiendo o haciendo comulgar con ruedas de molino.Y, además, a la fuerza, que a la fuerza estamos, muchos mortales, dentro del seno de la Iglesia. Y, por si fuera poco, leyendo a individuos que se alarman cuando uno --u otro-- dice que la Iglesia no está actuando de acuerdo a su apostolado.O sea que se ha salido de él para seguir aumentando su celestial mundo en la tierra. Por eso levantan la voz y defienden a la Iglesia. Y algunos con insultos, como llamar perros a quienes se manifiestan contrarios a la religión...
Si la Iglesia no vive del erario público, que me expliquen,entonces, para que percibe cuantiosas partidas de dinero del Presupuesto General del Estado.--(AS)

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