LOS DEBATES


Leo, sobre los debates a dos entre Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, que" el PSOE propone que los mismos sean en todas las cadenas de televisión, mientras el PP defiende que sean únicos medios de difusión Antena 3 y Tele 5, una por cadena líder y otra por porque tiene los informativos de mayor audiencia. Y porque, además, así fue en 1993 entre José María Aznar y Felipe González y no hay por que cambiarlo. Dicho de otra forma, porque estiman que les favorece, que si fuera al revés, no nos cabe la menor duda que pedirían que fuesen todas las cadenas las que retransmitieran los debates, que se serán los días 25 de febrero 3 de marzo.
Así las cosas, se ve que si se busca audiencia, más audiencia habría si los debates fueran emitidos por las citadas cadenas, además de por otras, que son conocidos como "la primera", la 2, la sexta, las autonómicas, las locales y hasta las que pueda haber piratas: todas contribuirían a difundir y a dar mayor difusión al debate, pues el contingente de público sería mayor si se suma el de todas las cadenas, que si se prescinde de algunas.
A propósito de las televisiones. Todavía se recuerda cuando la estatal, le primera, tenía como prioridad absoluta, en tiempos de Aznar, que fuese él u otros miembros del Gobierno los que ocuparan las portadas de los telediarios; los que, con razón o sin ella, salieran en pantalla...La cuestión era ocupar espacio, llenar informativos, además de hacer como hizo aquel presentador de nombre Alfredo Urdaci que simulando seriedad y rigor profesional, entrevistó a Aznar para que Aznar contase lo que le diera la gana contar. De aquella, solía decirse que la televisión era semejante al NODO de Franco: solo contaba las excelencias del gobierno de cada uno.No había más.
Llegado al Gobierno de España Zapatero, si bien es verdad que se le hizo la vida imposible por parte de la oposición, no es menos cierto que lo que había prometido lo cumplió .Una televisión plural, abierta a todos y no sólo al servicio del Gobierno de turno.Esto queda corroborado habida cuenta que el PP no tuvo como caballo de batalla y acusación perpetua este medio de información, que está tanto al servicio de unos como de otros; esto es, que el PP hace tanto uso de la 1 y sale tanto en antena como pueda salir el PSOE. En este hecho, hay que reconocer que el PSOE es y ha sido más esplendido que lo fue el PP.
Y mientras tanto, no falta un día en que no hable la Iglesia. En que no salga a la palestra buscando, con hipócrita retórica, argumentos contra el Gobierno; justificación de sus actos, que en nombre de la democracia y elevando las manos al cielo-- como si del cielo bajase otra cosa que rayos, truenos y lluvia-- exclaman que no se vote a quien trate con terroristas,olvidándose que el partido de las dos PP, al que los miembros de la Conferencia Episcopal de España arriman el hombro, también trató con los terroristas de la ETA.
Y no le falta razón al presidente del Gobierno de España, Rodríguez Zapatero, cuando dice que la actual actitud de la Iglesia en España originará un gran debate. Y habrá que revisar el Concordato. Y volver a plantearse el que la Iglesia dependa de sí misma para vivir, existir o estar como está, altiva, intocable y todopoderosa. O sea, viviendo, sin trabajar, de milagro...
Miembros de la Conferencia Episcopal de España, como el portavoz de la misma, el jesuita asturiano, obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, dicen hablar en nombre de la verdad, de la democracia, de la libertad de expresión, de los derechos que concede en España la Constitución y así, con el pan resuelto, se manifiestan contra el Gobierno del país donde viven a cuerpo de rey, añorando, por lo que parece, aquello de "por el imperio hacia Dios", eso si, sin que nadie se meta con ellos, sin que haya nunca ninguna protesta en contra, como ellos se muestran contra el Gobierno del que viven, mostrándose como emisarios de no sé qué gloria celestial y contrarrestando todo aquello que no les agrade, trátese de lo que se trate.
Sin duda que la Iglesia precisa y necesita un cambio en España. Pensar y mostrarse como en los años de los Reyes Católicos, ya no es propio de estos tiempos. Los concordatos con la Iglesia de Roma deben revisarse. España, más o menos católica, no tiene porqué estar supeditada ni expuesta a bendiciones o excomuniones de obispos o de papas. Que bendigan por la misericordia de que hablan, pero que no condenen ni contravengan las leyes de los países donde, como en España, están asentados y, como dicen en sus catecismos, será Dios el que nos juzgue en el cielo...sentándonos a su diestra o condenándonos a su izquierda, o sea, siniestra.Y si quieren entrar en política, como en España hacen, que entren a cara descubierta, con palabra clara y no subyacente retórica, como se ve un día sí y otro también.
Y, oiga, si así hacen, que sea lo que Dios quiera.

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