Está loco el periodista
de suavidad de serpiente;
loco de atar: siempre miente
contra lo que es socialista.
Cada día, el columnista,
que ya emplea cataplasmas,
llena su espacio de miasmas
y , entre ronco desparpajo,
grazna parejo del grajo,
contra sombras y fantasmas.
de suavidad de serpiente;
loco de atar: siempre miente
contra lo que es socialista.
Cada día, el columnista,
que ya emplea cataplasmas,
llena su espacio de miasmas
y , entre ronco desparpajo,
grazna parejo del grajo,
contra sombras y fantasmas.
Cada día leemos --porque cada día escriben--los mayores disparates. Existen periódicos y periodistas que parece que en vez de mojar en tinta--hoy ordenador--meten su pluma o su cabeza entre veneno. Todo lo que a diario publican, en lo que conocemos y a lo que nos referimos, destila dolo y maledicencia; sólo muestran insidia y saña.
¡Ojo!, que me refiero
a los que conozco yo.
A esos digo, que infiero
que el demonio los parió.
a los que conozco yo.
A esos digo, que infiero
que el demonio los parió.
Tienen facilidad e inventiva. Cuentan, no lo que es, sino lo que puede ser. Así, como ejemplo, para acosar al Gobierno, hablan de la crisis que se avecina. O sea, que son visionarios, profetas, magos como los de Belén que ya estaban en camino antes de ver la estrella guiadora.... Esos que indico, siembran zozobra más que ilusiones; y sin que nadie les diga nada, ya ellos --algunos que sé-- ya dicen eso de...Y tú más. O sea, yo en la tuya por si acaso.
Y lo malo de esa gente
es que abundan como el mal,
y en la España del presente
sueñan el tiempo imperial
del ayer en Dios creyente
y en la España nacional...
Y bajo ellos, yacente,
quien lleve el yugo en la frente
hasta el Juicio final....
Y lo malo de esa gente
es que abundan como el mal,
y en la España del presente
sueñan el tiempo imperial
del ayer en Dios creyente
y en la España nacional...
Y bajo ellos, yacente,
quien lleve el yugo en la frente
hasta el Juicio final....
Por eso escriben, muchos de los que reflejamos, como escriben, pintando una España camino de la descomposición, la desaparición, atea, agnóstica, rumbo a los infiernos, como dice la Iglesia y la Iglesia y los que que comulgan con ella no están dispuestos a que España deje de existir, que de eso nada; que para salvarla de las garras de los demonios están ellos. Ellos, los que, para lograr tal propósito, no dudarían en hacer que tantos demonios españoles vuelvan de cabeza a los infiernos. Si ya lo hicieron una vez, que más da hacerlo otra .
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