Temas locales pueden ser los tratados aquí, cosa que no negamos; pero no por eso dejan de ser, para nosotros, de cierto interés. Así, por ejemplo, leemos en un periódico asturiano, una vez más la manía que tienen sus corresponsales de llamar "guerrilleros" a simples mineros, como fueron los arrojados por "La Brigadilla" al pozu Funeres, en abril de 1948; detalle que no corrigen pues,como he leído el pasado lunes refiriéndose a la llamada "fiesta socialista" de La Camperona, nuevamente vuelven sobre lo andado. Así, el que firma como M. Á. G. escribe que "Un centenar de personas recordó a los guerrilleros asesinados hace 70 años".
Los tales guerrilleros no lo eran, ni los arrojados al Pozo Funeres ni los muertos en la mina de La Bornaina, ni como es sabido, en otras partes. Vayamos sin embargo a este dos hechos. Los arrojados al Pozo Funeres --sima natural que se encuentra en el centro del valle de Tiraña, del concejo de Laviana y no en San Martín del rey Aurelio como más de una vez escribió un periódico de Gijón--fueron mineros, apresados en sus casas y al salir de los tajos mineros. No eran por tanto guerrilleros, no obstante que así lo escriben algunos corresponsales. Eran mineros y campesinos; no eran guerrilleros. A ver si corrigen de una vez,más que sus errores, sus vicios.
Y lo mismo ocurrió con los asesinados en la mina de La Bornaina. Eran soldados que, ante la derrota sufrida por las tropas de la República, no obstante la resistencia del frente asturiano, se habían refugiado en el interior de una mina, llamada del Reboyal, del valle de la Hueria de Carrocera, en el lugar conocido por el Candanal y, por extensión, La Bornaina. No eran pues guerrilleros. Eran fugados, perseguidos, soldados en desbandada; nunca guerrilleros, tal y como debe conceptuarse la propia expresión en el más estricto sentido semántico de la palabra. Eran mineros casi todos. Siete hombres y una mujer, que les acompañaba y que era la viuda del que fuera alcalde de Piloña, Laureano Argüelles Felgueroso asesinado por los falangistas en julio de 1938.Puesto que su marido había sido asesinado, Oliva Faza Castillo se unió a los soldados que huían de la zona oriental hacia el centro de Asturias, los cuales le advirtieron de qué modo había muerto su marido. Ante tan funesta noticia, Oliva Faza buscó salvarse huyendo con los soldados que se acercaban a la zona minera de San Martín del Rey Aurelio, tras dejas atrás Bimenes. La historia de aquellas gentes y de aquellos tiempos, del odio que imperaba en los eufóricos vencedores "por la gracia de Dios" puede ser mucho más extensa. Quede lo expuesto como evidencia de que los que fueron asesinados tanto en Funeres como en La Bornaina, no eran guerrilleros, que guerrillero es el que hace lucha de guerrillas;pero el que huye y se ve forzado a ocultarse para evitar ser muerto, ese no es guerrillero. Y no fueron, por tanto, guerrilleros los que tal dicen los informadores de algún periódico asturiano, que por asturiano, debiera evitar esta serie de calificativos tan fuera de lógica y de lugar. Los muertos en La Bornaina fueron 7 hombres y una mujer, quienes se encontraban ocultos en una mina de monte, delatados por un falangista de la zona y, tras instarles a salir con falsa promesa de que nada les pasaría, una vez que lo hicieron, tras haberles dado un trozo de pan y una onza de chocolate a cada uno, cuando se encontraban sentados sobre unas piezas de madera, fueron acribillados de varias ráfagas de ametralladora. "Después falangistas y otros, se fueron camino abajo, cantando Cara al sol", como contó teresa Menéndez, vecina del lugar, que fue testigo de la masacre cometida con : Oliva Zafa Castillo, Aquilino Suárez Fernández, Cándido Fernández Montes, Francisco Fernández Nava,Vicente Roces Menéndez, Jamino Fernández Suárez, Amalio Fernández Rodríguez y José García Iglesias el día 28 de julio de 1938. ¿Guerrilleros? No. Los guerrilleros mueren peleando. Por tanto, este grupo de personas no eran guerrilleros; eran fugados, huidos y perseguidos y, por ser republicanos, fueron de la forma que fueron asesinados.Y algunos con poco más de 20 años. Quede constancia de que el guerrillero es uno y el fugado por perseguido, otro.
Pie de Fotos.- 1) Oliva Faza, de 23 años; José García Iglesia, de 22 años y Amalio Fernández, de 24 años cuando fueron muertos de la forma tan alevosa como fueron,con otros compañeros, en La Bornaina.
Los tales guerrilleros no lo eran, ni los arrojados al Pozo Funeres ni los muertos en la mina de La Bornaina, ni como es sabido, en otras partes. Vayamos sin embargo a este dos hechos. Los arrojados al Pozo Funeres --sima natural que se encuentra en el centro del valle de Tiraña, del concejo de Laviana y no en San Martín del rey Aurelio como más de una vez escribió un periódico de Gijón--fueron mineros, apresados en sus casas y al salir de los tajos mineros. No eran por tanto guerrilleros, no obstante que así lo escriben algunos corresponsales. Eran mineros y campesinos; no eran guerrilleros. A ver si corrigen de una vez,más que sus errores, sus vicios.
Y lo mismo ocurrió con los asesinados en la mina de La Bornaina. Eran soldados que, ante la derrota sufrida por las tropas de la República, no obstante la resistencia del frente asturiano, se habían refugiado en el interior de una mina, llamada del Reboyal, del valle de la Hueria de Carrocera, en el lugar conocido por el Candanal y, por extensión, La Bornaina. No eran pues guerrilleros. Eran fugados, perseguidos, soldados en desbandada; nunca guerrilleros, tal y como debe conceptuarse la propia expresión en el más estricto sentido semántico de la palabra. Eran mineros casi todos. Siete hombres y una mujer, que les acompañaba y que era la viuda del que fuera alcalde de Piloña, Laureano Argüelles Felgueroso asesinado por los falangistas en julio de 1938.Puesto que su marido había sido asesinado, Oliva Faza Castillo se unió a los soldados que huían de la zona oriental hacia el centro de Asturias, los cuales le advirtieron de qué modo había muerto su marido. Ante tan funesta noticia, Oliva Faza buscó salvarse huyendo con los soldados que se acercaban a la zona minera de San Martín del Rey Aurelio, tras dejas atrás Bimenes. La historia de aquellas gentes y de aquellos tiempos, del odio que imperaba en los eufóricos vencedores "por la gracia de Dios" puede ser mucho más extensa. Quede lo expuesto como evidencia de que los que fueron asesinados tanto en Funeres como en La Bornaina, no eran guerrilleros, que guerrillero es el que hace lucha de guerrillas;pero el que huye y se ve forzado a ocultarse para evitar ser muerto, ese no es guerrillero. Y no fueron, por tanto, guerrilleros los que tal dicen los informadores de algún periódico asturiano, que por asturiano, debiera evitar esta serie de calificativos tan fuera de lógica y de lugar. Los muertos en La Bornaina fueron 7 hombres y una mujer, quienes se encontraban ocultos en una mina de monte, delatados por un falangista de la zona y, tras instarles a salir con falsa promesa de que nada les pasaría, una vez que lo hicieron, tras haberles dado un trozo de pan y una onza de chocolate a cada uno, cuando se encontraban sentados sobre unas piezas de madera, fueron acribillados de varias ráfagas de ametralladora. "Después falangistas y otros, se fueron camino abajo, cantando Cara al sol", como contó teresa Menéndez, vecina del lugar, que fue testigo de la masacre cometida con : Oliva Zafa Castillo, Aquilino Suárez Fernández, Cándido Fernández Montes, Francisco Fernández Nava,Vicente Roces Menéndez, Jamino Fernández Suárez, Amalio Fernández Rodríguez y José García Iglesias el día 28 de julio de 1938. ¿Guerrilleros? No. Los guerrilleros mueren peleando. Por tanto, este grupo de personas no eran guerrilleros; eran fugados, huidos y perseguidos y, por ser republicanos, fueron de la forma que fueron asesinados.Y algunos con poco más de 20 años. Quede constancia de que el guerrillero es uno y el fugado por perseguido, otro.
Pie de Fotos.- 1) Oliva Faza, de 23 años; José García Iglesia, de 22 años y Amalio Fernández, de 24 años cuando fueron muertos de la forma tan alevosa como fueron,con otros compañeros, en La Bornaina.
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