INCANSABLE IGLESIA

En España la Iglesia es intocable e indiscutible. Y, por si ella fuese poco fuerte y poderosa, cuenta con ayudas y defensas por todas partes.Incluso por el cielo, suponemos que por vía divina.Le llueven lo que dirá que son estipendios, pero los que la ven como una hidra devoradores de presupuestos ajenos, entenderá que son cuantiosas cantidades que le aporta el Gobierno, importa poco si por medio de Concordatos o por medio de IRPF, o por otros medios, que tiene muchos otros medios que la financian. Y, encima, según hemos leído, la COPE, su emisora episcopal, manipula y dice, por boca de acólitos como Losantos, Pedro J. y, en este caso más concreto, el vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, pregona que la aportación del estado es un agravio para la Iglesia, pues sólo aporta 150 millones de euros, cuando, según lo leído, son --nada menos--que 5.000. Esto es, que encima, mienten y en su mentir engañan y defraudan a la verdad. Y a los españoles.
Pero eso sí, son humildes; nada de ostentaciones. Viven, según Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, austeramente, tal como da ejemplo el obispo Cañizares -al decir del comedido y ecuánime periodista-, que como mejor ejemplo de austeridad y humildad cristiana le cuesta poco a monseñor lucir magna capa, de varios metros de larga y vistosidad sorprendente, la que tenía que ser sostenida por sacristanes, como tal fue en el pasado.
No es la primera vez que tratamos sobre el sostenimiento de la Iglesia, que predica, pero no demuestra mucha honradez en tanto en cuanto siga viviendo a expensas de un pueblo supeditado a ella, amén del Gobierno --el actual o los pasados-- que le dispensa cientos de millones de pesetas, a lo que la Santa Madre Iglesia no hace ascos; al contrario, sigue exigiendo más y reconviniendo acuerdos y tratados; nunca demuestra orgullo de ser honesta y vivir de su trabajo o de sus propios fieles, que, viendo lo fieles que son, les importa poco insultar al gobierno, manifestarse contra él, y, como hace un periodista asturiano, decir que la Iglesia está siendo perseguida como pocas veces lo fue...

Y mientras tanto, la intocable Iglesia, acumula bienes y patrimonio. Todo son vías excelentes para enriquecerse.Por las nunca se sabrá qué cantidades exactas le entrega el Gobierno; y los gobiernos autónomos; y los distintos ministerios, y las exenciones de que disfruta, y de las contribuciones de que está libre; y de la enseñanza concertada y de los cientos de centros docentes que tiene por todo el país, por los que cobra del Estado y cobra al alumnado al que enseña, sin que sufra acosos semejantes a los que ella hace al Estado en razón a la Educación por la Ciudadanía. Esto para la Iglesia es manipular, y no tienen porqué los padres --según manifiesta--consentir ni aceptar una enseñanza que carece de valores morales...
Por lo visto, sólo ella es ejemplo de enseñanza moral.Y de virtudes humanas.
Viendo lo que ocurre con la Iglesia en España, donde ni el Gobierno tiene derecho a actuar sino es como ella dicte, cabe preguntarse si ocurre igual en otros países? ¿Si hacen la vida tan imposible a los gobiernos respectivos? ¿ Si los obispos católicos de otros países son tan arcaicos como lo son aquí, empezando por el gallego Rouco Varela, el asturiano Martínez Camino; el de Toledo, Antonio Cañizares , el de Valencia y etcétera etcétera...?

Hace falta un cambio de rumbo en esta España donde tanto peso tiene la Iglesia y donde todo quiere que sea según su santa voluntad. La separación de la Iglesia y el Estado, aunque algunos pongan las manos en la cabeza, sería muy conveniente. Y que cada cual gobernase su casa. Que ya va siendo hora de vernos libres de obligaciones que no a todos nos gustan, ni deseamos. Eso que quede para quienes sí ven a Dios a través de sacerdotes, campanas y milagros. Y tenga los problemas resueltos.
Y una observación, si procede. Hemos leído el desagrado de un fiel cristiano que se mostraba iracundo y agraviado contra el Gobierno porque, según decía, la falta de apoyo ---¿más todavía?-- del Gobierno a la Iglesia hace que ésta no pueda efectuar plenamente sus programas sociales...
O sea, que así cualquiera. Si a mi el Estado me otorga sus bendiciones en forma de grandes partidas presupuestarias, tengan por seguro que también haría obra social, mitigaría calamidades y quitaría el hambre a más de cuatro. Pueden jurarlo.

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