A diario, como si fuera un excéntrico masoquista, leo la crónica perversa de un individuo, que escriba de la que escriba, antes o después, vierte su bilis y su saña contra el presidente del Gobierno. No falla día. Liar, embrollar, tergiversar, como un orate al final del palo, mezclando ideas y embadurnando conceptos es en él cotidiano y es lo suyo. Su pan necesario. Porque uno cree que se alimenta de saña y rencor. De otro modo, no escribiría como escribe siempre.
Y lo más extraño que encuentro en este acontecer es que no haya nadie de los más o menos injuriados y calumniados que no le salga al paso y le cante las cuarenta alguna vez. Creo, a decir verdad, que el tal individuo está enfermo de la mollera, pero eso no es óbice para no le responder alguna vez "con cuatro frescas".
Semejante personaje fue de los mantuvo, como Losantos, J.Ramírez y otros, que el atentando terrorista de Madrid había sido cosa de ETA; fue de los que mantuvo la teoría, como Aznar y muchos más, que el PSOE estaba implicado. Para Isabel Sansebastián, no había duda tampoco.
Y este personaje, mantuvo largo tiempo que España se deshacía y que Zapatero había vendido parte de ella, como Navarra, a los separatistas vascos.
Esta clase de individuos siguen en sus trece, a diario. Constituyen un entramado de insidias, desde sus posibilidades mediáticas, que aunque el tiempo demuestre sus falsedades, siguen erre que erre, sin reconocer ni de broma que estuvieron equivocados. Al contrario, siguen cada vez más hipócritas y más firmes. Saben que tienen el poder, que para ellos es la razón, y saben que, si llegase una nueva ocasión como la que llegó un 18 de julio, más de cuatro iban --íbamos-- a pagar caro el no haber estado alineados en sus filas...
De lo que no me cabe duda ninguna es de que, leyendo a quienes pertenecen a un bando y quienes al otro, hay una gran diferencia de conducta. Los que se creen más españoles que los demás --y de ello blasonan como si fuera cierto y con derecho al menosprecio ajeno--,se muestran iracundos e irreconciliables.Basta leer sus crónicas, basta leer sus blogs, basta escucharles, basta ver sus manifestaciones para darse cuenta que siguen fieles a Isabel y Fernando, donde el espíritu impera, a la España imperial del Caudillo y, por ello, contra todo lo que les huela a rojerío, que mira tú por dónde, a la hora de analizar en textos, manifiestos, declaraciones, escritos en prensa y otros lugares, uno encuentra una línea de mesura y coherencia con la verdad histórica mucho más respetable y respetuosa con los demás y con la verdad, que encuentra --encuentro-- en los que, en nombre de no sé qué argumentos patrióticos, se obstinan en negar valores a los demás, como si los demás no fuesen tan o más españoles que ellos, y tan honestos y tan responsables a la hora de hablar de España...
Y ocurrirá, mientras tanto, que seguiremos leyendo y escuchando necios. Soportando injurias y acusaciones sin ver que, pese a ser tan creyentes y religiosos ellos, un día confiesen sus ególatras pecados de vanidad religioso-patrióticas.
Así, pues, habrá que andar con pies de plomo, que la derecha en España siempre ha sido la que poseyó la riqueza; y la riqueza estuvo en la Iglesia, en la banca, en los privilegiados, los señores, el Ejército, los empresarios...y por lo mismo, mientras sea posible, habrá que seguir leyendo impertinencias de necios y de resentidos, so pena de que puedan venir cosas peores....O sea, que nos cuelguen el cocido.-AS
Y lo más extraño que encuentro en este acontecer es que no haya nadie de los más o menos injuriados y calumniados que no le salga al paso y le cante las cuarenta alguna vez. Creo, a decir verdad, que el tal individuo está enfermo de la mollera, pero eso no es óbice para no le responder alguna vez "con cuatro frescas".
Semejante personaje fue de los mantuvo, como Losantos, J.Ramírez y otros, que el atentando terrorista de Madrid había sido cosa de ETA; fue de los que mantuvo la teoría, como Aznar y muchos más, que el PSOE estaba implicado. Para Isabel Sansebastián, no había duda tampoco.
Y este personaje, mantuvo largo tiempo que España se deshacía y que Zapatero había vendido parte de ella, como Navarra, a los separatistas vascos.
Esta clase de individuos siguen en sus trece, a diario. Constituyen un entramado de insidias, desde sus posibilidades mediáticas, que aunque el tiempo demuestre sus falsedades, siguen erre que erre, sin reconocer ni de broma que estuvieron equivocados. Al contrario, siguen cada vez más hipócritas y más firmes. Saben que tienen el poder, que para ellos es la razón, y saben que, si llegase una nueva ocasión como la que llegó un 18 de julio, más de cuatro iban --íbamos-- a pagar caro el no haber estado alineados en sus filas...
De lo que no me cabe duda ninguna es de que, leyendo a quienes pertenecen a un bando y quienes al otro, hay una gran diferencia de conducta. Los que se creen más españoles que los demás --y de ello blasonan como si fuera cierto y con derecho al menosprecio ajeno--,se muestran iracundos e irreconciliables.Basta leer sus crónicas, basta leer sus blogs, basta escucharles, basta ver sus manifestaciones para darse cuenta que siguen fieles a Isabel y Fernando, donde el espíritu impera, a la España imperial del Caudillo y, por ello, contra todo lo que les huela a rojerío, que mira tú por dónde, a la hora de analizar en textos, manifiestos, declaraciones, escritos en prensa y otros lugares, uno encuentra una línea de mesura y coherencia con la verdad histórica mucho más respetable y respetuosa con los demás y con la verdad, que encuentra --encuentro-- en los que, en nombre de no sé qué argumentos patrióticos, se obstinan en negar valores a los demás, como si los demás no fuesen tan o más españoles que ellos, y tan honestos y tan responsables a la hora de hablar de España...
Y ocurrirá, mientras tanto, que seguiremos leyendo y escuchando necios. Soportando injurias y acusaciones sin ver que, pese a ser tan creyentes y religiosos ellos, un día confiesen sus ególatras pecados de vanidad religioso-patrióticas.
Así, pues, habrá que andar con pies de plomo, que la derecha en España siempre ha sido la que poseyó la riqueza; y la riqueza estuvo en la Iglesia, en la banca, en los privilegiados, los señores, el Ejército, los empresarios...y por lo mismo, mientras sea posible, habrá que seguir leyendo impertinencias de necios y de resentidos, so pena de que puedan venir cosas peores....O sea, que nos cuelguen el cocido.-AS
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